Las <strong>habas</strong> son unas <strong>legumbres</strong> de mucha tradición en el continente americano, cada vez más conocidas en Europa donde, incluso, recomiendan a los deportistas <strong>comerlas crudas</strong>, pero que lamentablemente en Colombia poco a poco son olvidadas por las nuevas generaciones.Los <strong>ollucos</strong>, también conocidos como <strong>ullucos</strong> o <strong>ullucus</strong>, son <strong>tubérculos</strong> de origen andino, muy apetecidos en <strong>Perú</strong>, <strong>Bolivia</strong>, algunas zonas norteñas de <strong>Argentina</strong>, <strong>Ecuador</strong> y en el gran <strong>Macizo Colombiano</strong>. Aportan vitamina C, hierro, fósforo, calcio, otros minerales, carbohidratos, proteínas, gran contenido de agua e ínfima cantidad de grasas.De ambos alimentos, según documentos históricos, se habla desde <strong>hace más de 3.000 años</strong> y fueron básicos en las comunidades indígenas. En Colombia siguen siendo importantes entre los pueblos indígenas, especialmente de <strong>Cauca</strong>, <strong>Huila</strong>, <strong>Nariño</strong> y <strong>Putumayo</strong>, no solo por su poder nutritivo sino por sus cualidades curativas.Incluso, en el centro del país las habas son básicas en sopas y otros preparados, y en <strong>Boyacá</strong> las hacen tostadas para denominarlas “el <strong>chicle boyacense</strong>”.Para hablar sobre <strong>habas</strong> y <strong>ollucos</strong> invitamos en <strong>Al Campo</strong>, de Caracol Radio, a <strong>Doly Enríquez</strong>, periodista y poeta de la <strong>familia Indígena Yanakuna</strong>, ubicada en jurisdicción del <strong>municipio de Bolívar</strong>, en el sur del <strong>departamento del Cauca</strong>, en pleno <strong>Macizo Colombiano</strong>.Nuestra invitada dijo que si bien es cierto que su consumo ha caído entre los jóvenes, estos alimentos ancestrales todavía <strong>son consumidos por los indígenas</strong>, quienes conservan las tradiciones para siembra, se guían por la luna sobre el momento de plantar las semillas, conservan las semillas sin modificaciones y los productos finales los comercian mediante el sistema de trueque.Señaló Doly Enríquez que <strong>los pueblos indígenas han dejado un legado muy grande</strong> que también ha sido recibido por los campesinos.Escuche los detalles sobre las siembras, cuidados, cosechas, preparación y consumo de habas y ollucos, las costumbres de la <strong>familia indígena Yanakuna</strong>, y muchos más en la entrevista de <strong>Al Campo</strong>, con <strong>Doly Enríquez</strong>: