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Alerta para detener la deforestación en la Amazonía

El documento fue hecho por los defensores de Colombia, Bolivia, Ecuador, Brasil y Perú. Pero cuenta con el respaldo de otras defensorias del pueblo

Deforestación

Deforestación / Getty Imagenes

Desde Leticia, Amazonas, la Federación Iberoamericana del Ombudsperson (FIO) emite la primera alerta temprana para contener deforestación de la Amazonía. La Amazonía ha perdido aproximadamente 54,2 millones de hectáreas, lo que equivale al 9% de sus bosques.

El documento defensorial de prevención urgente fue hecho por los países que conforman la Amazonía: Colombia, Bolivia, Ecuador, Brasil y Perú. Pero cuenta con el respaldo de otras defensorías que se suman al llamado de alerta ante la deforestación

La minería ilegal, el avance de la frontera agrícola, la construcción de infraestructuras sin los adecuados estudios de impacto ambiental y sus consecuencias en los recursos hídricos, la biodiversidad y el cambio climático llevaron a la emisión de la alerta.

Para el defensor del Pueblo de Colombia y presidente actual Federación Iberoamericana del Ombudsperson (FIO), Carlos Camargo, esta alerta hace un llamado para salvar el pulmón ambiental del mundo.

“Estamos aquí presentándole al país y al mundo la primera alerta multilateral de prevención y de advertencia en riesgos en materia de todo el daño ocasionado y provocado al bioma amazónico, de manera que estamos aquí para plantear no solamente los riesgos, sino sumar esfuerzos que nos permitan buscar soluciones para contener todo este daño, todos estos riesgos, todas estas vulnerabilidades que han visto afectado el medio ambiente y el equilibrio ecológico”.

Aproximadamente, 50 millones de personas, que incluyen a los miembros de poco más de 400 grupos étnicos, ven amenazados sus derechos a la vida, libertad, integridad y seguridad, como también ven en serios riesgos el derecho al medioambiente sano.

“El Amazonas, que alberga el 30 por ciento de la biodiversidad del planeta y contiene la cuenca del río Amazonas, considerada la más grande del mundo con un promedio de 230.000 metros cúbicos de agua por segundo, representa aproximadamente el 20 por ciento de agua dulce de la superficie terrestre mundial, por lo que resulta imprescindible la articulación de las naciones para buscar acciones efectivas que apunten a su preservación”, subrayó el Defensor del Pueblo Carlos Camargo.

Alerta para detener la deforestación en la Amazonía

Deforestación en los países que conforman la Amazonía

Bolivia: En 2022 registró una deforestación de 309.553 hectáreas, es decir, un aumento del 16% en comparación con el 2021.

Colombia: Históricamente, la Amazonía ha concentrado entre el 65% y 69% de la deforestación nacional, con un incremento alarmante después del Acuerdo de Paz, firmado a finales del 2016.

Ecuador: Se ha monitoreado en determinados territorios amazónicos una deforestación masiva a un ritmo alarmante, lo que pone en peligro el ecosistema local y la vida de las comunidades indígenas.

Perú: Más de 2,6 millones de hectáreas deforestadas entre 2001 y 2020, igualmente, una pérdida de bosque primario húmedo del 66% desde 2002 hasta 2022. Ello representa una preocupación significativa debido a su contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero.

Brasil: en el caso del país potencia, para el periodo agosto 2022-julio 2023, la tasa fue de 9,001 km², lo cual representó una disminución en la deforestación del 22,3% en comparación con el 2021.

Ocho escenarios de riesgo:

Escenario No. 1: Riesgos de deforestación en escenarios donde se desarrollan actividades mineras ilegales.

La gran reserva de minerales en el suelo y subsuelo de la Amazonía hace que estas actividades mineras amenacen con incrementar la destrucción de gran parte del bosque de las selvas Amazónicas.

Escenario No. 2: Riesgos de deforestación en escenarios donde se desarrollan proyectos de construcción de carreteras, proyectos de construcción de represas hidroeléctricas.

La construcción e instalación de este tipo de infraestructura amenaza con el incremento en la pérdida de bosque Amazónico, así mismo, se incrementa el riesgo por la posibilidad de acceder a zonas cada vez más remotas e inaccesibles del Bioma Amazónico.

Escenario No. 3: Riesgos de deforestación por el incremento de zonas con presencia de cultivos de uso ilícito. (Bolivia, Colombia y Perú).

Especialmente, los cultivos de coca con fines de uso ilícito, son relativamente fáciles de propagar saltando de zona en zona, lo cual amenaza los bosques de la Amazonía.

Escenario No. 4: Riesgos de deforestación en escenarios de coexistencia y confluencia de actores en zonas de frontera, donde tiene lugar la explotación ilegal de oro, de tierras raras, explotación y tráfico de maderas, de fauna.

El interés por la explotación de minerales, maderas y tráfico de especies en zonas donde es relativamente fácil pasar las fronteras para escapar de las acciones de control que puedan ejercer las autoridades, pone a estas zonas en un riesgo alto de deforestación.

Escenario No. 5: Riesgos de deforestación asociados al ejercicio de la autoridad y la gobernanza ambiental en áreas protegidas.

En gran parte de las áreas protegidas que se encuentran en la región Amazónica, la capacidad de las autoridades está muy limitada, lo que las hace muy vulnerables al uso y explotación de recursos de forma ilegal y a la acelerada pérdida de bosque natural.

Escenario No. 6: Riesgos de deforestación por el debilitamiento de las organizaciones sociales, especialmente de los grupos indígenas, quienes son amenazados, desplazados y sometidos por parte de grupos armados ilegales y organizaciones criminales que utilizan y explotan sus territorios, con la consecuente pérdida de valores culturales, de las prácticas sostenibles en el uso, manejo y conservación del territorio. Este riesgo se puede traducir en la desaparición de los guardianes tradicionales de la selva, ya sea por desplazamiento o por la acelerada perdida de sus valores culturales (la relación armónica con el territorio).

El desplazamiento ambiental en el Bioma Amazónico se presenta como un escenario cada vez más preocupante, obligando a comunidades enteras a abandonar sus hogares debido a presiones humanas, deforestación y degradación del suelo.

Escenario No. 7: Riesgos de deforestación asociados al cambio climático que trae consigo altos costos ambientales, sociales y económicos, con efectos que podrían ser irreversibles.

Por ejemplo, en Colombia para el año 2100, se espera un aumento de temperatura entre 2.4°C y 2.6°C o más. Asimismo, se espera una disminución de las lluvias entre un 10% y 20% en estas áreas. Estos cambios climáticos aumentarán el riesgo de incendios forestales, provocando enormes pérdidas de bosque con impactos catastróficos a nivel nacional, en el bioma y a escala global.

Escenario No. 8: Riesgos de deforestación asociados a la falta de concordancia de la normativa vigente.

Recomendaciones:

Esta primera alerta de la Federación Iberoamericana del Ombudsperson (FIO), contiene al menos 47 recomendaciones. Entre ellas están: La implementación de políticas y programas que fomenten la reconversión de actividades productivas hacia prácticas sostenibles, el fortalecimiento de la gestión autónoma de los territorios por las comunidades locales, el respaldo continuo a la institucionalidad pública y a las autoridades indígenas.

Además, la coordinación de esfuerzos con la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) y la Unión Europea, la exigencia relacionada con el cumplimiento del Reglamento European Union Timber Regulation (EUTR) —el cual impide la entrada a Europa de madera y otros productos forestales que proceden de la destrucción de los bosques—, el fomento de la investigación conjunta para abordar impulsores subyacentes de la deforestación, entre otras recomendaciones.

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