¿Es el universo un organismo vivo capaz de pensar y evolucionar?
Una novedosa teoría científica podría poner de cabeza lo que conocemos sobre el universo y la existencia
Científicos reputados de diferentes áreas vienen desde hace algunos años respaldando una teoría que resulta disruptora frente a los paradigmas de conocimiento actuales sobre el universo y la existencia. La teoría en cuestión explora la posibilidad de que el universo sea un sistema autoorganizado que evoluciona y aprende, tal cual como ocurre en los sistemas biológicos.
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Dice el neurocientífico Bobby Azarian, en el portal especializado en ciencias Big Think, que esta no es una idea novedosa, puesto que se puede decir que tiene sus orígenes en las observaciones realizadas por el filósofo presocrático Anaxágoras, aproximadamente en el 500 antes de Cristo, quien propuso que una fuerza inteligente o “Nous” guía el desarrollo del universo hacia “un estado de existencia más organizado y con un propósito”.
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La física teórica Sabine Hossenfelder, cita Azarian, realizó un artículo para la Revista Time en el cual compara las similitudes entre el universo conocido y la estructura interconectada y jerárquica del sistema nervioso, proponiendo que la distribución de las galaxias detectables en clústers y filamentos no es aleatoria dado que su organización se puede comparar con lo vista en el conectoma. Conectoma es un término utilizado para referirse al diagrama de la red neuronal en el cerebro, formado por las conexiones sinápticas entre las neuronas.
¿Está pensando el universo?
El parecido entre la estructura neuronal y el paisaje espacial llevó a Hossenfelder a preguntarse si el universo está “pensando”. Pese a esta consideración, resalta Azarian, la existencia de similitudes estructurales y matemáticas por sí solas no determinan la existencia de un sistema interconectado pensante, también faltaría lo que se suele denominar como señalización neuronal, es decir, la guía que produce que los mensajes eléctricos se transmitan de una parte del cerebro a otra.
La señalización neuronal del espacio pensante podría asociarse con ciertos sucesos que resultan inexplicables para la comunidad científica. La sincronización en el movimiento de galaxias y otros objetos estelares como agujeros negros supermasivos y quásares, que se encuentran a millones de años luz de distancia entre sí, podría cobrar un nuevo sentido a la luz de esta teoría.