¿Se hunde la Reforma a la Salud? Estas son las cuentas del Gobierno para salvarla
La negativa de los conservadores y La U para apoyar la reforma de la ministra Carolina Corcho puso al Gobierno a hacer cuentas y pensar una estrategia.
Colombia
Ante la distancia que tomaron los partidos de La U, Liberal y Conservador de la Reforma a la Salud del Gobierno Petro, cambia notablemente el panorama para su eventual aprobación en primer debate, el cual se llevará a cabo en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, según estimaciones, después de Semana Santa.
Dicha comisión está integrada por 21 integrantes, con lo cual para garantizar que pase el primer debate, se deben lograr 11 votos para tener asegurada la mayoría. El problema inicial es que el Gobierno tendría apenas nueve votos ‘fijos’, que corresponderían al Pacto Histórico (cuatro curules), los Verdes (dos), las curules de Paz (dos) y el Partido Comunes (uno).
Los 12 votos restantes corresponden al Partido Liberal (cuatro curules), los conservadores, (dos), La U (dos), Cambio Radical (dos) y Centro Democrático (dos). De entrada, el Gobierno descarta los cuatro votos de la oposición (uribismo y Cambio), pero sí le apuesta a intentar convencer a algunos integrantes de la coalición de Gobierno, para que, tomen una decisión más allá de las directivas de sus partidos.
“No hemos escuchado solamente a los presidentes de los partidos, que pareciera que nada les sirve, sino que también hemos escuchado a los pacientes, a los médicos y a los actores del sistema, a la ciudadanía en cumbres y en audiencias públicas, así que nuestra responsabilidad como congresistas no es solamente interpretar a los jefes de los partidos, sino a la ciudadanía”, aseguró el coordinador ponente de la reforma, el representante del Pacto Alfredo Mondragón.
Así las cosas, para lo que será el primer debate de la reforma el Gobierno tiene dos caminos. Lograr convencer a dos representantes de La U, liberales o conservadores de votar a favor de la reforma, o acordar con tres integrantes de la comisión que no están firmes con la reforma, que no participen de la votación para que esos nueve que tienen ‘fijos’ no puedan ser superados en cantidad por quienes se oponen.