Ciencia y medio ambiente

Así es la cámara del fin del mundo: Sería la salvación de muchos ante un apocalipsis

Esta bóveda sería la salvación de las futuras generaciones

Banco Mundial de Semillas de Svalbard  // Foto; NordGen

Banco Mundial de Semillas de Svalbard // Foto; NordGen

Los científicos afirman que durante el fin del mundo la crisis climática y ambiental será tan nefasta que la vida vegetal y animal sucumbiría ante su implacable transformación. El globo terráqueo podría vivir una era de hielo a causa de la sobre recarga de gases contaminantes en la atmósfera y con ello, también, períodos largos de sequía.

La vida se vería tan reducida por las condiciones extremas del medio ambiente y porque la falta de recursos derivaría a una hambruna global. Sin embargo, pensando justamente en la posible extinción del reino vegetal a causa de una crisis climática, los científicos han desarrollado algunas alternativas que pretenden garantizar la supervivencia de algunas de las plantas que más se cosechan en la actualidad.

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Una vez la Tierra deje de ser el planeta azul y se convierta en un lugar del espacio inhóspito e inhabitable, las personas que extrañamente sobrevivan deberán arreglárselas para encontrar su alimento. Sin embargo, la preocupación sobre el fin de la vida en la Tierra ha llevado a pensar en las formas por las cuales se pueden todavía conservar a algunas especies.

Pensando en que la mayoría de los cultivos puedan desaparecer, los científicos han decidido crear la Bóveda Global de Semillas o también conocido como el Banco Mundial de Semillas. Es una poderosa fortaleza construida a 1.300 kilómetros del Polo Norte, en Noruega. Su construcción inició en 2006 y se inauguró en 2008, está situada a 130 metros sobre el nivel del mar lo que la protegería del aumento del nivel del mar.

Sus paredes de hormigón pueden soportar terremotos de hasta 10 grados de intensidad, explosiones, erupciones volcánicas e incluso radiación solar. Adicionalmente, cuenta con un permafrost en el suelo que permanece congelado permitiendo que actúe como un refrigerante que mantiene la temperatura por debajo de los -3°C.

La fuerte estructura almacena más de un millón de semillas alimentarias de todos los rincones del mundo. La organización al frente de la conservación de estas semillas, Crop Trust, en compañía del gobierno Noruego velan por la seguridad de esta bóveda, la cual ha sido llamada por muchos como la “Bóveda del juicio final”.

Los expertos al mando realizan inspecciones cada cuatro meses para asegurarse de que las condiciones de preservación sean las óptimas y para incluir en los inventarios las nuevas semillas que se vayan recolectando. La fortaleza está pensada para que las semillas en su interior puedan sobrevivir por cientos de años y así asegurar que las futuras generaciones tengan lo necesario para alimentarse.

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