El POT paramilitar en la Sierra Nevada está matando líderes cívicos

Santa Marta

La llegada del COVID- 19 a Colombia no ha sido razón para que se detengan los asesinatos a líderes sociales, defensores de derechos humanos, colectivos LGBTI y personas del común y, por el contrario, estos crímenes cada día van en aumento.

Aunque muchos relacionen los homicidios de líderes cívicos con la coyuntura de la desmovilización de grupos paramilitares en la Sierra Nevada de Santa Marta y la indiferencia generalizada, lo cierto es que esto es un fenómeno de tiempo atrás que a la fecha no ha sido detenido.

Las mafias ilegales, muchos de los llamados nuevos empresarios que llegaron a la zona, han creado sus propios corredores de negocios de drogas, extorsión, desplazamientos forzados, reclutamiento de menores de edad, entre otros escenarios ilícitos, para tener poder y dominio territorial en la Sierra.

Según la exsecretaria del Interior del Magdalena y Defensora de derechos humanos, Norma Vera Zalazar, las amenazas que ahora se vienen para la vida de los líderes sociales y comunidades indígenas, serán mayores.

“Las instituciones se niegan a asumir que hay paramilitarismo y seguimos hablando de grupos armados organizados e incluso de delincuencia organizada, cuando está claro que estas no son banditas, son estructuras y organizaciones funcionales que tienen claro bajo el amperaje ideológico que la guerrilla se ha fortalecido para tener poder en el territorio”, asegura Norma Vera.

Vera señala que hay que prestarle mucha atención al POT paramilitar, el cual es un “un proceso de expansión que tienen las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra, en el que pretenden hacerse a las mejores tierras de la zona amortiguadora Parque Tayrona y Sierra Nevada, para poder garantizar el lavado de activos y hacer un negocio redondo”.

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Indica que las AUC tienen el control de las rutas del narcotráfico con siete puertos en Santa Marta y refiere que la droga no solo sale por el puerto samario sino por lanchas rápidas desde varias playas.

“Tenemos el mercado local con las actividades de microtráfico, extorsión, gota a gota, con el POT paramilitar y tenemos el control de actividades económicas asociadas al sector turismo y ese dinero que sale del narcotráfico lo lavamos legalmente a través del POT paramilitar, las actividades económicas asociadas y podemos legalmente garantizar la expansión del proyecto político”, concluye Norma Vera.

Todas estas acciones han sido denunciadas por líderes sociales y comunidad en general, razón por la cual son víctimas de amenazas de muertes y blancos de asesinos sueltos contratados por estos grupos delictivos.

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La ciudadanía en general considera que, frente a esta problemática, las autoridades y el mismo Gobierno nacional deben diseñar un plan territorial para desmantelar a los herederos del paramilitarismo y así garantizar la vida de toda la población del Magdalena.