Las personas que mantienen un contacto más estrecho con la naturaleza pueden tener un nivel de bienestar mucho mayor al de aquellas que no lo tienen o que el contacto es mínimo. No es necesario ir tan lejos para notar las diferencias entres las personas que viven más cerca a la naturaleza de los que poco conviven con ella y es que los modos de alimentarse suelen ser muy distintos así como los niveles de estrés.

Pero la manera tan acelerada en la que crecen las ciudades hace cada vez más complicado que las personas puedan acceder a espacios verdes, y aunque se considere la construcción de parques a la par con las urbanizaciones, muchos de estos no son lo suficientemente amplios.

Ante esto varios expertos tanto de la ingeniería como de la salud reconocen la importancia de que las personas cuenten con zonas naturales cerca. Es así que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el acceso a espacios verdes de por lo menos 0.5 hectáreas y que no se encuentre a más allá de 300 metros de donde habita la persona.

Es con base a ello que los planes de organización territorial y las construcciones planean sus obras las cuales tengan fácil acceso a parque si zonas naturales, aunque difícilmente se cumplen.

¿Qué es la regla de los 3-30-300?

El silvicultor urbano Cecil Koninjnendijk recomienda responder a tres preguntas para determinar que tan cerca una persona vive de una zona verde. El experto señala que se debe indagar si desde el lugar que habitamos podemos encontrar 3 árboles a simple vista, y si el barrio de residencia cuenta con al menos un 30% de cobertura vegetal, y si vive a menos de 300 metros de un parque.

Si una persona acierta a vivir en un lugar con este tipo de cualidades, se podría decir que una afortunada, pues cada vez en más difícil encontrar construcciones de este tipo.

No obstante, la OMS afirma que tan solo con que se cumpla una de estas tres reglas el bienestar de la persona se va a ver gratamente favorecido. Estar cerca de la naturaleza trae beneficios para la salud mental que surgen al estar cerca de zonas verdes y los cuales aumentan la creatividad, la concentración y la relajación.

Pero los beneficios de las zonas verdes no solo se quedan en un mejor estado de salud, sino en un medio ambiente más agradable, ya que el aire en este tipo de espacios es mucho más limpio que el resto de la ciudad, por lo que ayuda a que las distintas formas de vida se desarrollen con mayor comodidad.