<strong>El pasado sábado 22 de enero</strong>, la comunidad del centro poblado Botalón y Puente Tabla, jurisdicción <strong>del municipio de Tame, reportó, de manera preliminar</strong>, que hombres armados en camionetas se habían llevado, por lo menos, <strong>a seis personas.</strong>En videos que fueron divulgados por redes sociales, <strong>los familiares clamaban que fueran devueltos con vida.</strong> Indicaban que no estaban vinculados a ningún grupo armado ilegal, ni al ELN ni a disidencias de las extintas FARC.Caracol Radio ingresó a <strong>Botalón y Puente Tabla</strong>, en donde ocurrieron los hechos, y confirmó que finalmente fueron cuatro personas raptadas: <strong>Israel Alfonso Garzón, Anderson Peña Muñoz, Arnuvis Villamizar y Euclides Santafé.</strong>“<strong>Se dedicaban como comisionistas, cultivadores de plátano y otro era mecánico</strong>. Se destacaban como trabajadores de la región y no tienen nada que ver con esta guerra entre los dos grupos armados ilegales”, dijo a <strong>Caracol Radio Josué Castellanos, líder social de la zona.</strong>Justo cuando Caracol Radio terminó su reportería en Botalón y Puente Tabla, horas después, fueron liberados los cuatro hombres, <strong>según confirmó el Ejército Nacional y la Defensoría del Pueblo. </strong>Sin embargo, cuando las <strong>tropas de la Fuerza de Tarea Quirón se</strong> acercaron para brindar asistencia humanitaria con el enfermero de combate, y así verificar su estado de salud, al parecer, la comunidad rechazó el auxilio, <strong>agrediendo verbalmente a los uniformados.</strong>Según informó el comandante del Batallón de Combate Terrestre N.° 30 cuando intentó conocer detalles de lo sucedido con el posible secuestro, <strong>los habitantes también lo impidieron.</strong>De acuerdo a los testimonios recopilados por Caracol Radio, <strong>Botalòn se convierte en un pueblo fantasma después de las 6 de la tarde.</strong> Nadie puede salir de sus viviendas. Una de las habitantes aseguró que no es necesario un toque de queda.“Ya no hay libertad para que los niños jueguen. Debemos estar guardados tempranito, no hay nada en la calle”, dijo Maribel, quien es ama de casa y tiene seis hijos. “<strong>Que, porque vivamos en este territorio, no significa que todos somos malos o cómplices de lo que está sucediendo”,</strong> aseguró.Hizo un llamado a que se respete la vida de la población civil y la saquen de los conflictos armados. “Nos deben excluir de ese conflicto. Somos campesinos que trabajamos la tierra.Que, porque es un territorio de zona roja, seamos malos ante el Estado. <strong>Aquí hay gente buena y luchadora. Que Dios tenga misericordia de nosotros</strong>”, concluyó.Sobre el rapto de las cuatro personas, Maribel señaló que ese hecho mantiene con zozobra y miedo a los habitantes de Botalón. “<strong>Queremos que nos aclaren qué pasa. No tenemos la culpa de lo que haya pasado entre esos grupos armados”</strong>, indicó.Por otro lado, Adriana, aseguró que, desde el 2 de enero, la guerra entre el ELN y disidencias FARC ha afectado a la comunidad. “<strong>Vivimos con miedo esperando qué pueda pasar. Ojalá Dios quiera se pueda arreglar.</strong> Esperamos la paz”, indicó la joven, quien aseguró que la población está acostumbrada a no circular de noche.Por último, <strong>Josué Castellanos, líder social de la zona</strong>, destacó al departamento de Arauca es uno de los mayores productores de plátano, pero que “hay espacios traumáticos para las familias. Hoy por hoy estamos consternados, porque no se puede dormir tranquilamente, alimentarnos ni desplazarnos, porque tenemos la zozobra de lo que pueda pasarle a nuestra región”, indicó.