Mujeres víctimas de violencia de género en unión libre, deben ser reparadas
Así lo determinó la Corte Suprema de Justicia. El proceso se debe llevar en los juzgados de familia.
Imagen de referencia.(Colprensa: Archivo.)
Siempre que se acrediten actos de violencia intrafamiliar o de género durante la unión marital de hecho (unión libre), se deberá permitírsele a la víctima iniciar un trámite de reparación con el propósito de que el juez de familia determine los alcances de los daños padecidos, asignando una compensación justa.
El pronunciamiento de la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia se dio al estudiar el caso de Laura Alexandra Madroñero, quien denunció que durante su relación sentimental desde 2017 con Ciro Jhonnson Mora sufrió maltrato físico, violencia sexual y humillaciones por sus ingresos económicos.
“Le restriega su poder económico y sus influencias, la menosprecia haciéndola sentir menos que él, siempre que se disgusta la saca del apartamento (…) en repetidas ocasiones ha tenido que acceder a relaciones sexuales sin su consentimiento (sic)”, se lee en la demanda.
Lo anterior le causó a Laura “un grado complejo de estrés y ansiedad”, que motivó su ingreso de urgencia a un centro hospitalario, donde permaneció internada más de 10 días. La médica tratante decidió activar ruta de violencia de género y sospecha de abuso sexual, por lo que la Fiscalía General inició las investigaciones.
Además, Laura exigía que se reconociera, primero, la unión marital de hecho con Ciro y, segundo, la liquidación de la sociedad patrimonial entre compañeros, en manera de compensación por los maltratos que padeció.
Sin embargo, el Juzgado Sexto de Familia de Pasto negó las pretensiones, tras considerar que no se acreditaron ni la comunidad de vida, ni la intención de la pareja de conformar una familia, y como Laura no tenía clara la vía para reclamar la indemnización, acudió a una petición de alimentos.
“La ley no exige la invocación de motivos específicos para la disolución de ese vínculo, de manera que los actos de violencia intrafamiliar o de género entre compañeros permanentes terminan siendo radicalmente excluidos del debate”, aseguró la Corte Suprema de Justicia al estudiar el caso. Añadió que “es el reflejo de la inadecuación de las estructuras procesales actuales para atender la problemática de la mujer maltratada”.
Por eso, la Sala determinó que a Laura se le debe definir su estado civil de compañera permanente y también una reparación integral de los daños que hubiera sufrido como secuela de los actos de maltrato atribuibles a su excompañero.
“De lo contrario, la violencia intrafamiliar o de género quedaría invisibilizada, aumentando las posibilidades de que el agresor no asuma jamás el costo de su conducta dañosa y contraria a los valores de respeto y solidaridad propios de la familia”, señaló la Corte.
El alto tribunal llamó la atención de que la justicia no puede permanecer impávida ante la evidencia de hechos de violencia física, sexual, emocional o económica entre compañeros permanentes, ni puede tampoco obviar el derecho de las víctimas a acceder a una satisfacción efectiva por los daños que padecieron.
Entonces, estos incidentes, según determinó la Corte, han de entenderse como una vía procesal adicional al proceso ordinario de responsabilidad civil extracontractual o al incidente de reparación integral en el marco del proceso penal.
“Es decir, no se trata de crear un nuevo rubro indemnizatorio, sino de ofrecer una senda suplementaria para que se ejerza la misma acción de responsabilidad, pero esta vez ante los jueces de familia, y en el marco del proceso declarativo de existencia de unión marital de hecho”, explicó la Corte.
La Sala enfatizó que como ese procedimiento especial no se encuentra expresamente regulado, deberán observarse las pautas que disciplinan asuntos análogos, “garantizando la plena observancia de los principios constitucionales y los generales del derecho procesal, la efectividad del debido proceso, la contradicción y la defensa.”
