Disidencias triplicaron su producción de minas antipersona
Los departamentos con más registros son el Meta, Guaviare y Caquetá.
Desde el 2017 a la fecha, un militar muerto, 23 más heridos y un civil mutilado, han sido víctimas de las minas antipersona.(Colprensa: Archivo.)
En el primer trimestre del año pasado, se habían destruido 190 minas antipersona. Este 2021 ya van 428. La cifra preocupa al Ejército por el incremento de las capacidades criminales de las disidencias armadas que comanda alias ‘Gentil Duarte’ en el Meta, Guaviare y Caquetá.
El general Raúl Flórez, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega, dijo en Caracol Radio que los delincuentes usan los artefactos explosivos para retomar el control de cultivos ilícitos y el territorio que dejaron las extintas FARC en esas regiones.
“Usan estos elementos letales para retardar la efectividad de las Fuerzas Militares. Para proliferar el narcotráfico, buscan afectar las tropas dedicadas a la erradicación y ubicación de las caletas y laboratorios de producción de cocaína”, dijo el general Flórez.
Leer más:
- Despliegan 130 mil policías para el puente festivo de San José
- Las contradicciones de la Policía sobre el incendio en CAI de Soacha
- Una disidente muerta y tres capturas deja operación militar en Valle
El último depósito ilegal hallado por soldados del Batallón de Operaciones Terrestres N° 1 fue en la vereda La Orquídea, del municipio del Cartagena del Chairá (Caquetá), que tenía 22 minas antipersona con sistemas de activación por presión y 30 metros de cordón detonante.
“No hemos terminado el primer trimestre y ya superamos la mitad de las destrucciones de artefactos explosivos del año pasado, que fueron 651. Nos preocupa, porque otra vez se pretende reversar los esfuerzos del Batallón de Desminado Humanitario en la región”, aseguró el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega.
Una de las zonas con más minas antipersona es el sur del Meta. Para este año se espera despejar 138.124 metros cuadrados en ese departamento. Desde el 2017 a la fecha, 24 militares, uno fallecido, y otro civil, resultaron heridos por estos artefactos explosivos, un delito que vulnera el artículo tercero común a los cuatro Convenios de Ginebra y al Derecho Internacional Humanitario.
