Radionovela sobre el campo, apuesta de los cafeteros
Mi finca, mi hogar y tesoro, es el título de este trabajo que busca promover mejores condiciones de vida para los campesinos.
Foto de referencia(Foto: GettyImages)
Bogotá
Las radionovelas marcaron una época en Colombia, cuando fueron la principal fuente de entretenimiento y educación en los hogares, gracias al ingenio de muchas personas, con temas atractivos, libretos creativos y voces que hicieron soñar a generaciones.
Y es un formato que no se ha perdido y que la Federación Nacional de Cafeteros recupera para promover entre los caficultores colombianos temas relacionados con la seguridad y salud en el trabajo y la prevención del trabajo infantil.
Se trata de la radionovela Mi finca, mi hogar y tesoro, un proyecto en alianza con el Ministerio del Trabajo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la ONG Colombia Avanza, de Partners of the Americas.
Según comunicado de la FNC, se retomó este importante formato, dada la preferencia que mantiene la radio en las comunidades rurales del país. Actualmente, además de las redes sociales, buena parte de los contenidos educativos que reciben las familias productoras son transmitidos en cerca de 70 programas radiales existentes en los diferentes departamentos cafeteros. Sin lugar a dudas, la radionovela permite recrear momentos cotidianos y comunes a través del cual se transmite un mensaje educativo claro y lenguaje sencillo, dice el mensaje conocido por Al Campo, de Caracol Radio.
Añade que la confianza entregada por los cooperantes para la realización de la radionovela Mi finca, mi hogar y tesoro confirma a la FNC como aliado estratégico de entidades del orden regional, nacional e internacional, dada su presencia en 603 municipios del país y su constante labor por el bienestar de las familias caficultoras del país.
La historia narrada en este trabajo se desarrolla en un pueblo de la Colombia rural, donde la familia Osorio Martínez vive diversas situaciones en torno al cultivo del café. Carlos y Gloria, junto a sus hijos Margarita María y Andrés, comparten estos momentos con los vecinos más cercanos, la tía Magola y su único y consentido heredero Alex.
También los acompaña Juaco, el amigo costeño de toda la vida, quien, al igual que Carlos, llegó a estas tierras como recolector. La radionovela no estaría completa sin el amigo de la familia, Mario –el servicial extensionista de la Federación–, y Cumbia, su hermosa mascota.
Mi finca, mi hogar y tesoro acompañará a las familias caficultoras mediante los programas radiales de la FNC, que llegan a todos los departamentos cafeteros del país, las diferentes redes sociales y los canales SoundClound y YouTube, precisa el comunicado.
