Personera de La Plata contó la destrucción en una noche de terror

Las autoridades en el municipio de La Plata (Huila) tratan de recuperar lo poco que quedó de las instalaciones de la Alcaldía, Fiscalía, Unidad de Víctimas, Medicina Legal, entidades atacadas e incineradas por vándalos. Hasta el momento se habla de 4 policías hospitalizados y 24 más con heridas leves, además de daños en locales comerciales en el casco urbano.

La personera del municipio, Andrea Carolina Marroquín, narró en el Noticiero de la Mañana de Caracol Radio los detalles de “una noche de terror” en La Plata, que en fronterizo con el departamento del Cauca.

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“Empezaron por la oficina de Hacienda, que está ubicada en el primer piso de la Alcaldía y luego quemaron todo el despacho municipal. Luego se trasladaron a la Casa de la Justicia para destruirla. Hay algunos lugares a las que no lograron entrar, por lo que varios equipos se salvaron”, dijo la funcionaria.

La oficina de la Personería fue devastada, mientras que en la Comisaría fueron incinerados expedientes, escritorios y equipos de cómputo. Entre tanto, la sede de Medicina Legal, la oficina de Víctimas y de Trabajo, también resultaron afectadas.

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“Los vándalos intentaron atacar la Casa de la Cultura del municipio, pero los vecinos salieron todos armados con palos para no permitir su ingreso y las instalaciones se salvaron”, dijo la personera.

Sobre la respuesta de la Fuerza Pública, la personera Marroquín señaló que cuando llegaron los soldados del Ejército al municipio, los vándalos ya habían destruido en una hora y media las instalaciones de las entidades públicas.

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“Hay 11 capturas que están a disposición del CTI, que, a propósito, su oficina también fue atacada. Los elementos materiales y las armas fueron rescatadas a tiempo. Pedimos apoyo a Neiva, pero mientras llegaban los helicópteros con militares y más refuerzo policial, ya habían acabado con el municipio. El ESMAD estaba en el municipio de Íquira”, Señaló la personera.

Concluyó que la situación de orden público en La Plata es delicada y sus habitantes están con incertidumbre por los posibles hechos de violencia que podrían continuar en el municipio. “Estamos tratando de salvar lo poco que queda. La Policía no da abasto, son muy pocos. Pedimos ayuda del Gobierno Nacional y Departamental”, manifestó.