Orden público y elecciones 2026, ¿cuál es el panorama para el país?
Panelistas analizaron qué viene para el país tras los atentados de los últimos días y el panorama político de cara a las elecciones del 2026.

Orden público y elecciones 2026, ¿cuál es el panorama para el país?
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Elecciones Colombia
En Hora20 una mirada al panorama con el que arranca la semana, por un lado, la situación de orden público cuatro días después de los atentados de Amalfi y Cali. Las reacciones en términos de seguridad y defensa, pero también el impacto en el panorama político y de negociaciones con actores armados, al tiempo que Estados Unidos reacciona a la violencia que se vive en el país. Después, el panorama político electoral con las nuevas candidaturas que podrían mover el tablero político.
Lo que dicen los panelistas
Paca Zuleta, abogada y directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes, planteó no ha habido intención de fortalecer la fuerza pública durante este gobierno, como la salida de varios generales al inicio de esta administración, “también hay un tema de presupuesto, de discurso, todo eso afecta a la fuerza pública, pero no puedo creer que haya fortalecimiento de la fuerza pública”. De otro lado, dijo que el problema macro está desde el comienzo del gobierno, “esta iniciativa de paz total tiene un problema de diseño, del tipo de negociación, de la distinción entre negociación y sometimiento y esa es una confusión que hoy todavía se mantiene”.
También señaló que el punto central está en que los armados no tienen un móvil político, “sólo les interesa el control territorial para continuar con la actividad delincuencial”.
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Luis Trejos, investigador en temas del conflicto, profesor en la Universidad del Norte y columnista, planteó que la realidad del país no es la de Nariño, “sí creo que la paz total quedó en estado de coma profundo, una política en la que se invirtió mucho capital, pero la planificación no apareció nunca, entonces ahora se busca acelerar resultados y eso puede producir ventajas estratégicas a los grupos con los que el Gobierno negocia”. Detalló que no estamos ante el fin del conflicto, sino ante el apaciguamiento, “es concederles cosas, no hay marco jurídico y creo que capital político termina desgastándose mucho. Grupos escalan confrontación con gobierno que perciben débil, el Ejecutivo es reactivo, responden tarde y se demoran y los grupos que negocian se aprovechan de la necesidad y saquen ventajas estratégicas en la mesa de negociación sin dejar las armas”.
Detalló que toda la apuesta se fue a la paz y la estrategia de seguridad llegó casi dos años después del inicio del Gobierno, una estrategia que apunta arrancó realmente con la llegada de un exmilitar al Ministerio de Defensa, “pero ya los grupos habían avanzado, consolidaban sus finanzas, crecieron en hombres, adquirieron drones, se capacitaron, pero ahora cuando hace agua el barco de la paz, el Presidente se ve forzado a moverse rápidamente hacia la centroderecha”.
Luis Felipe Henao, abogado penalista, exministro de Vivienda, profesor universitario y columnista en El Tiempo, planteó que la paz total ha sido un proceso de improvisación que ha llevado a la guerra total y un retroceso de 30 años en materia de seguridad, “uno ve cómo han mutado las organizaciones armadas, tienen más tecnología, más financiación y han incrementado los ataques y el número de víctimas, además, el 89% de los colombianos sienten que retrocedimos en seguridad”. Manifestó que las cifras también demuestran que el país ha perdido control territorial ante la improvisación y al falta de metodología en las negociaciones de paz que se iniciaron al principio del gobierno.
Para Gabriel Becerra, abogado y representante a la Cámara por el Pacto Histórico, es necesario rechazar los hechos de violencia en varias regiones, así como las amenazas contra el alcalde Eder y la gobernadora Dilian Francisca Toro, “pero hay que mirar lo hechos no solo en la coyuntura, sino en el contexto. Este Gobierno se planteó una estrategia distinta a la de gobiernos anteriores, es un gobierno que, por un lado, ha decidido trabajar por fortalecer la fuerza pública y hay un debate si es cierto o no, pero pido que miremos las cifras desde el punto de fortalecimiento de pie de fuerza. En Ejército recibimos una fuerza pública con reducción de 30 mil efectivos, hoy eso se ha corregido, el plan es fortalecerlo, hablamos de una fuerza de 181 mil efectivos, hay estrategia en el combate a las finanzas y creo que eso hay que resaltarlo en incautación”. Resaltó que este Gobierno no ha renunciado a la autoridad militar frente a las amenazas y que, por el contrario, busca jugársela por sacar al país de la guerra y dejar un país reconciliado, “pero hay sectores a los que no les interesa porque quieren mantener el discurso de guerra y violencia”.



