Hallan posible cura para el Párkinson: un medicamento devolvería las células muertas a la vida
Investigación abre nuevas esperanzas para tratar una de las variantes genéticas más comunes del Parkinson

Párkinson posible cura / Witthaya Prasongsin
Una nueva investigación liderada por científicos de la Universidad de Stanford en colaboración con expertos del Reino Unido ha revelado avances prometedores en el tratamiento del Parkinson, al menos en modelos animales.
El estudio, publicado en la revista Science Signaling, mostró que un medicamento experimental fue capaz de restaurar funciones neuronales claves en ratones con una mutación genética asociada a esta enfermedad neurodegenerativa.
El equipo de científicos centró su atención en una enzima llamada LRRK2 (quinasa 2 rica en repeticiones de leucina), la cual se ha asociado con varios casos de Parkinson hereditario. Cuando esta enzima se encuentra hiperactiva, interfiere con la forma en que las neuronas se comunican entre sí, especialmente aquellas que dependen del neurotransmisor dopamina, crucial para el control del movimiento, el ánimo y la toma de decisiones.
Usando un inhibidor conocido como MLi-2, los investigadores lograron reducir la actividad de esta enzima y, sorprendentemente, observaron la recuperación de estructuras celulares fundamentales llamadas cilios primarios. Estas diminutas extensiones celulares funcionan como antenas que permiten a las neuronas recibir señales químicas. Sin ellas, las células pierden la capacidad de recibir mensajes vitales que las mantienen vivas.
¿Por qué este hallazgo es tan relevante?
Los resultados mostraron que tras tres meses de tratamiento con MLi-2, los ratones con la mutación genética presentaban una densidad neuronal similar a la de ratones sanos. Además, se restableció la producción de factores neuroprotectores en una región del cerebro llamada estriado, lo que sugiere un freno en el proceso de muerte neuronal.
Este descubrimiento no solo representa un avance en el tratamiento del Parkinson hereditario, sino que también plantea la posibilidad de extender este enfoque a otras formas de la enfermedad, incluso aquellas sin mutaciones genéticas conocidas.
Parkinson y señales de alerta temprana
La doctora Suzanne Pfeffer, investigadora principal del estudio, explicó que los síntomas más evidentes del Parkinson, como el temblor, suelen aparecer años después de que comienzan los daños en el cerebro. “Por eso es vital identificar a las personas con riesgo genético de forma temprana, para que puedan iniciar tratamientos preventivos antes de que la enfermedad progrese”, indicó.
Entre los síntomas que podrían alertar sobre un Parkinson incipiente están la pérdida del olfato, problemas digestivos persistentes y trastornos del sueño en los que el paciente actúa físicamente durante sus sueños.
Actualmente, existen varios ensayos clínicos que están probando inhibidores de LRRK2 en humanos. Los resultados de este nuevo estudio dan un impulso renovado a estas investigaciones, al demostrar que es posible no solo detener el avance de la enfermedad, sino incluso revertir algunos de sus daños en etapas iniciales.