Comandos especiales de FF.MM.: Wilson va a regresar, nosotros lo vamos a traer
Comandos de las Fuerzas Especiales revelan detalles de la Operación Esperanza y sobre cómo fue su convivencia con las diferentes comunidades indígenas
Hoy se cumple una semana de la hazaña: el rescate de los cuatro hermanitos indígenas que sobrevivieron a un accidente aéreo en Guaviare y luego soportaron las inclemencias de la selva durante 40 días.
En 10 AM Hoy por Hoy de Caracol Radio hablaron en exclusiva los protagonistas de este rescate, que trabajaron de la mano con las fuerzas ancestrales indígenas para encontrar con vida a los niños.
Hacen parte de los comandos especiales de las Fuerzas Militares, quienes estuvieron en la espesa selva siguiendo el rastro de los pequeños. Por seguridad, no se revelan sus nombres porque hacen parte de operaciones especiales contra grupos armados ilegales.
Según relataron, fue una experiencia grata compartir los conocimientos de las comunidades indígenas y que ellos también aprendieran de las técnicas de las Fuerzas Militares.
El milagro de la selva
El día que aparecieron los cuatro niños, los integrantes se estaban preparando para hacer un nuevo registro: “Cuando escuchamos la noticia por el radio nos estábamos alistando para ir hacia el otro cuadrante”.
Según señalaron, hubo un silencio profundo, todos quedaron anonadados, al momento sonó la palabra clave: milagro, milagro, milagro, milagro, que significaba que los cuatro estaban con vida.
Sobre las condiciones a las que se enfrentaron, los uniformados indicaron que, afortunadamente, “no vieron la selva tan agresiva”, aunque se encontraron con animales como reptiles y arañas, no se intimidaron y siguieron adelante.
La misión era clara: regresar a los menores al seno de su hogar y darle tranquilidad al pueblo colombiano. Lo que los motivaba era el ámbito familiar y patrio, además, la mayoría de indígenas eran padres de familia: “Todos pensaban cómo podían estar ellos en ese momento, tenía la fe intacta y esperanza de que los íbamos a encontrar”.
El tema espiritual tampoco fue un problema, al contrario, fue una base para que, en algún acontecimiento futuro, puedan aplicar estos saberes ancestrales. Uno de los comandos explicó cuál fue el que más le llamó la atención:
“Si veían un indicio de una huella, se conectaban con la huella, cuando terminaban la conexión, buscaban la dirección que sentían, cuando abrían los ojos decían era por acá”.
Continúa la búsqueda de Wilson
“Quisiera que todo el país sepa que Wilson no es solo canino, es un comando más”, expresó un integrante. Tal como manifestó, en su afán de encontrar a los niños, Wilson emprendió la búsqueda y se extravió.
Lo que los reconforta es que, los menores en medio de la selva y de la soledad, pudieron ver al perro, algo que seguramente los llenó de esperanza: “Yo sé que Wilson va a regresar, nosotros lo vamos a traer. No solo es un perro, es parte de la familia militar”.
Dentro de las estrategias que se han implementado, está insertar en la selva dos caninos hembras en celo para activar la atracción de Wilson.
También se han ubicado en puntos estratégicos, comida que le permita mantenerse con fuerza aportándole los nutrientes necesarios, igualmente se han hecho actividades como la de freír carne para atraerlo mediante el olor, ubicar prendas de su guía que lo hagan llegar al punto en donde se ubican las tropas.