“Creemos en los espíritus de la selva”: Rufina Román tras rescate de niños en Guaviare

En diálogo con 10AM Hoy por Hoy, Rufina Román, lideresa de la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía colombiana (OPIAC), habló de la importancia de los conocimientos ancestrales en la búsqueda de los niños perdidos en la selva del Guaviare.

De acuerdo con la lideresa, desde un principio fue difícil la participación de los pueblos indígenas en la búsqueda, ya que no fueron tenidos en cuenta cuando se instaló el Puesto de Mando Unificado (PMU). Debido a la insistencia de las comunidades indígenas, se logró acordar en la mesa permanente de concertación su colaboración:

“No nos invitaron como pueblos indígenas en esta búsqueda, yo tuve que acercarme a la vicepresidente Francia Márquez”.

Román expresó que lo que aportaron como comunidad es que el Estado colombiano reconozca el conocimiento ancestral:

“Las instituciones tienen que adaptarse a la realidad de que tenemos un país multiétnico y multicultural y tienen que entender que existen otras formas de gobierno y de control territorial, no solo con las Fuerzas Militares, hay un manejo espiritual que milenariamente han manejado nuestros ancestros”.

Frente a la búsqueda de los niños, Román indicó que, “El territorio es nuestro cuerpo, el territorio no es un árbol, un río, o un animal aislado; hay una conexión, es parte de nosotros y eso nos llevó a nosotros a decir, son nuestros hijos, es nuestra sangre, el rostro de nuestros ancestros, hay que ir a buscarlos”.

¿Quiénes son los abuelos sabedores?

Para poder agilizar el rescate de los niños, Román explicó que tuvieron que hablar con los dueños de los territorios, “los abuelos sabedores que están en sus malocas”, que siempre están con los elementos medicinales que dejó el padre creador.

Noche tras noche los abuelos sabedores realizan las prácticas ancestrales con yagé, el tabaco, la coca, mambe, para el cuidado de la vida, para la curación del territorio y en esta ocasión, lo enfocaron en la búsqueda, guiando a las personas que se fueron físicamente a buscarlos para que nada les pase:

“Las plantas son el cordón umbilical de la comunicación de los pueblos indígenas con el territorio, es el hilo conductor de ese conocimiento (...) Es una selva inhóspita, ahí no vive nadie, por eso había que guiarlos. Nosotros creemos en los espíritus de la selva, en los dueños del territorio. Nosotros pedimos permiso para entrar”.

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