¿Por qué no se deben guardar los huevos en la puerta de la nevera?
Guardar los huevos en la nevera es un gran error para la seguridad alimentaria. Esta es la razón.
Algunos expertos señalan que los huevos son muy sensibles a la temperatura y en la nevera sufren una variación térmica al estar abriéndola y cerrándola constantemente, lo que puede conllevar a una proliferación microbiana que contamine los huevos.
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La cáscara porosa de los huevos permite que haya multitud de microorganismos como algunas bacterias del género Salmonella, que ocasionan enfermedades de transmisión alimentaria considerables. Muchas salmonelosis están asociadas al consumo de huevos y derivados elaborados con huevos crudos, carne y/o pollo poco cocinado.
Estos cambios de temperatura favorecen que se generen gotas de condensación, que pueden arrastrar los microbios hacia el interior del huevo por medio de los poros. Es por esto que en los supermercados los huevos se encuentran a temperatura ambiente.
¿Dónde es más recomendable guardar los huevos?
Los huevos se deben guardar en su envase original o colocarlos al fondo de la nevera. Al momento de usarlos, solo se deben sacar los que se van a utilizar, no la caja entera.
Debido a que la cáscara del huevo es permeable, los cubre solo de forma superficial, nunca se deben lavar luego de comprarlos sino al momento de consumirlos y tener una buena manipulación durante la preparación.
También es importante no romper la cadena de frío en el transporte y conservación de los alimentos recién comprados.