¿Cómo afectarán las protestas que enfrentó el Gobierno las elecciones 2022?

Se cumplen 3 años de mandato del presidente Iván Duque al frente de la Casa de Nariño. Y por ello, en Caracol Radio consultamos con expertos cómo su gestión, especialmente durante la reciente crisis de protestas, determinará el panorama electoral el próximo año, tanto los comicios presidenciales, como los legislativos.

"Las protestas van a tener un efecto indirecto en las elecciones. En primer lugar, marcan el desprestigio del Gobierno, especialmente con sectores de centro y de izquierda. La respuesta del Gobierno, para muchos, puso en evidencia falta de autoridad; mientras que para la gente de derecha puso en desmesura ese uso", consideró el profesor y máster en Ciencia Política, Mauricio Jaramillo.

Sobre ese punto, el analista argentino Ángel Beccassino añadió que "adoleciendo de falta de lectura de los hechos y, consecuentemente, falta de respuestas, el Gobierno intentó ganar tiempo frente al estallido social. Eso es lo más destacable de su intento de gestión, pero también lo más criticable, ya que ese tiempo significó el incremento de las protestas, la radicalización de los enfrentamientos entre Fuerza Pública y ciudadanía".

Para el académico Jaramillo, "el Centro Democrático puntualmente llega muy debilitado a las elecciones, con un desgaste evidente, producto del caos que ha vivido Colombia en materia de protestas desde noviembre del 2019. Seguramente también van a tener un efecto sobre los sectores de centro y de izquierda, que sienten que son los voceros legítimos de esas propuestas. Allí, me parece, el efecto puede ser menor, pues una cosa es la gente, con la euforia de las protestas, y otra en la serenidad del voto".

La politóloga Sandra Borda enfatizó en que "antes de las protestas, la definición de la agenda de discusión electoral era una totalmente distinta. La pandemia estaba en el tope de esos temas, junto con la seguridad, derechos humanos, asesinato de líderes sociales y demás. Hoy en día, muchos de los candidatos presidenciales y al Congreso han entendido que los temas sobre los cuales la gente quiere escuchar, están justamente relacionadas con las reivindicaciones principalmente económicas y sociales que la protesta llevó a la calle".

Según Borda, que también es profesora universitaria, "la gente está esperando una solución rápida y contundente, pero también estructural y de largo plazo, para la urgencia en materia económica en la que los dejó la pandemia, y más particularmente el confinamiento. Generación de empleo, ayudas por parte del Estado a los más necesitados, acceso a educación y las necesidades de los jóvenes, protagonistas de la protesta".

De hecho, esa misma idea la refuerza Beccassino, pues afirma que "la crisis de volumen histórico que confrontó a este Gobierno con su vacío de gestión y la falta de sensibilidad política y social, va a ser un marco importante para las campañas de cara a las próximas elecciones. Determinará puntos de agenda y, en particular, enfoques sobre temas que fueron reivindicados en las marchas, y también frente a la explosión social".

Los analistas coinciden en que la protesta y su manejo por parte del Gobierno generaron una percepción negativa que costará significativamente al partido del que proviene Duque. No en vano, como recordó Jaramillo, integrantes del Centro Democrático como Paloma Valencia, Óscar Iván Zuluaga y Rafael Nieto han criticado varias posturas del ejecutivo.

"El Gobierno nunca tuvo como prioridad responder a las demandas y reivindicaciones de la protesta, a punta de política pública, sino que tomó la decisión de responder haciendo uso de la fuerza pública, y en esa medida no escuchó las grandes demandas de la gente. Duque va a terminar su mandato con unos muy bajos índices de aceptación y tampoco va a ser muy influyente en la agenda y discusión electoral que se avecina", concluyó, por su parte, Borda.

Entre tanto, otro de los puntos que afectará no solo al ambiente electoral sino al país en un futuro, para Beccassino es "el clima de caos y la atmósfera de país fuera de control, producto de las mismas protestas y el manejo con excesos del Gobierno; pues manda un mensaje de altísima inseguridad a la famosa meta de construir confianza inversionista, que tanto ha machacado el discurso de Gobierno".