FF.MM: “No tenemos que hacer seguimiento a los retirados”
Entre los años 2010 y 2020, 106.212 uniformados del Ejército Nacional se han retirado del servicio.
Tras las duras críticas sobre exmilitares presuntamente involucrados en el magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moise, el general Luis Fernando Navarro, comandante de las Fuerzas Militares, explicó este lunes cuál es el procedimiento cuando un soldado, suboficial y oficial del Ejército se retira del servicio activo.
Entre el 2010 y 2020 se retiraron del servicio activo 106.212 entre soldados profesionales, suboficiales y oficiales por solicitud propia, derecho a pensión y otras causales. El general Navarro indicó que el papel que cumplen las Fuerzas Militares es capacitar a estas personas a integrarse a la vida civil y laboral.
Por eso se cuenta con el programa “Retiro Asistido”, en el que han participado 23.978 retirados del Ejército desde el 2013 a la fecha. Allí, en alianza con el SENA y otras entidades educativas, se ofrecen cursos cortos y técnicos, como Mecánica, Gestión Documental, Cocina, Maquinaria Pesada, Construcción, entre otros.
Asimismo, se tienen alianzas empresariales con oportunidades laborales, orientación en construcción de Hoja de Vida y Difusión ofertas de trabajo. Incluso se ofrece educación media a quienes todavía no han sido formados académicamente. Este ejercicio se realiza durante un año.
“Tenemos un sistema de salud para el soldado profesional retirado y a su familia. Hay apoyo psicosocial y conducción de acuerdo a ley de veteranos”, indicó el general Navarro, quien añadió que un soldado retirado recibe un sueldo mensual de 1.617.000 pesos, beneficios en caja de compensación y acceso de vivienda subsidiada.
El comandante de las Fuerzas Militares enfatizó que después de que los uniformados salen de las filas del Ejército y reciben esas capacitaciones, “se convierten en ciudadanos con plenos usos de derechos, pero también con obligaciones como cualquier ciudadano colombiano”.
Por eso, reiteró que no hay ninguna norma ni facultad para que se ordene un seguimiento a qué pasa con ellos. “No tenemos por qué hacerlo. Pero, por eso, hacemos un proceso para entregar a unos hombres a que se integren a la civilidad y a la vida laboral”, manifestó.