Justicia brasileña enfrentada por apertura de iglesias
Mientras algunos jueces autorizan la entrada a centros de culto, otros determinan que las actividades religiosas están restringidas por la pandemia.
Un juez del Tribunal Supremo de Brasil negó este lunes un pedido para permitir la celebración de misas en Sao Paulo en pleno agravamiento de la pandemia de covid-19, lo que generó un conflicto en la corte que será dirimido el miércoles.
La decisión de este lunes fue adoptada por el magistrado Gilmar Mendes y rechazó un pedido del Partido Social Democrático (PSD) para permitir celebrar misas y otras actividades religiosas en el estado de Sao Paulo, que han sido suspendidas por el Gobierno regional.
Sin embargo, el pasado sábado, una orden cautelar dictada por el juez Kassio Nunes Marques, otro de los once miembros del Supremo, había decidido que gobernadores y alcaldes no tienen competencia para prohibir las misas, que en marzo fueron incluidas por el Gobierno de Jair Bolsonaro entre las llamadas "actividades esenciales".
Frente a esas dos decisiones contradictorias, el presidente de la Corte Suprema, Luiz Fux, anunció que el asunto será debatido en el pleno del tribunal el próximo miércoles, con la intención de que sus once miembros establezcan una jurisprudencia sobre el asunto.
En la sentencia dictada el sábado, Nunes Marques aceptó una demanda presentada por la Asociación de Juristas Evangelistas, vinculada a las iglesias pentecostales, y respaldada por la Abogacía General de la Unión (AGU), en representación del Gobierno.
"Reconozco que el momento es de cautela, pero justamente por estar viviendo momentos tan difíciles es necesario reconocer el carácter esencial de la actividad religiosa, responsable, entre otras cosas, de dar acogida y conforto espiritual", señaló Nunes Marques, propuesto por Bolsonaro para integrar la corte.
Mendes, en su decisión de este lunes, hizo un repaso de la crisis generada en el país por la pandemia, con "3.769 muertes sólo el 1 de abril", y afirmó que "en un escenario tan devastador, es patente reconocer que restricciones, por más duras que sean, son adecuadas y necesarias" para "proteger la vida y el sistema de salud".
Sao Paulo es el estado más golpeado por la pandemia en Brasil, un país en el que la crisis sanitaria está descontrolada desde hace ya meses y que, según los datos oficiales, ya ha superado las 331.000 muertes y los 13 millones de contagios.
El conflicto generado en la Corte Suprema en torno a la apertura de las iglesias se suma a decenas de decisiones contradictorias ya dictadas por tribunales del país en relación a la pandemia, en su mayoría vinculadas con la recuperación de las actividades económicas o en escuelas, autorizada por un juez y negada por otro o viceversa.
Otro ejemplo de esas continuas discordias se vio este lunes en Río de Janeiro, donde la Alcaldía había permitido la reapertura de las escuelas, pero esa decisión fue anulada en forma cautelar por un tribunal.