Supersalud ordenó la intervención del hospital Emiro Quintero de Ocaña
El ente de control manifestó haber detectado, al menos 87 deficiencias en la prestación del servicio.
Tras detectar 87 hallazgos administrativos, financieros y asistenciales, la Superintendencia de Salud ordenó la intervención forzosa del hospital, Emiro Quintero Cañizares, de Ocaña, Norte de Santander, además de reemplazar al gerente y remover a todos los miembros de la junta directiva.
Esta medida, que regirá durante los próximos seis meses, implica la toma de posesión inmediata de los bienes, haberes y negocios de esta Entidad Social del Estado, que cuenta con 12 sedes, 149 camas, 80 consultorios, 5 salas de cirugía, 2 salas de parto y una de procedimientos, y tiene habilitados 234 servicios de baja y mediana complejidad para la atención en varios municipios del departamento.
De acuerdo con German Augusto Guerrero, delegado para Medidas Especiales, en el centro asistencial se identificaron sobrecostos, anticipos de pagos sin justificación, contratación indiscriminada de personal. La auditoría también encontró que se suscribieron negocios onerosos sin estudios de costos, además que se pedían cotizaciones a proveedores inexistentes o con empresas de familiares.
“En resumen se detectó que más de 17.000 millones de pesos contratados por el hospital, entre los años 2019 y 2020, quedaron en manos de ocho firmas de proveedores, que en realidad eran 4. También se encontró falta de control en la existencia, vigencias y almacenamiento de los medicamentos”, confirmó Guerrero.
La Supersalud también evidenció la falta de sistematización de procesos como el registro de los traslados terrestres de usuarios, que se realizaba en un cuaderno y con información inconsistente, además traslados realizados por ambulancias que se encontraban fuera de servicio, letra de profesionales que difieren de una historia clínica a otra.
Así mismo se encontró que algunos especialistas, al parecer, realizaron en las instalaciones del hospital procedimientos quirúrgicos a particulares percibiendo honorarios por parte de los pacientes sin que medie un acuerdo de voluntades, asociación o alianza estratégica.
La información financiera dada por el hospital es confusa, incompleta, no verificable e incomprensible, el reporte de la auditoría de Supersalud también estableció un déficit presupuestal que pasó de 7.38% en 2019 a 61.4% en los 5 primeros meses de 2020 y cuentas por cobrar de más de 94 millones de pesos.