Bibiana Steinhaus, la árbitra y policía que regresará con la Bundesliga
José Borda le cuenta la historia de esta célebre réferi alemana.
Por: José Borda
Una de las primeras Ligas que proyecta reiniciar su actividad futbolística a finales de mayo es la Bundesliga, claro está, si el gobierno alemán autoriza en forma definitiva y se cumple con los protocolos establecidos.
La Liga Alemana la dirigen en forma habitual 26 árbitros, entre ellos una mujer, Bibiana Steinhaus, quien pita partidos en este torneo desde 2017, cuando fue ascendida. Ha dirigido 20 juegos en total de Primera División masculina y en la temporada 2019/20 lleva cinco.
Su último partido fue el 8 de marzo de 2020, donde se enfrentaron el Bayer München (2) vs (0) F.C. Augsburgo, como caso curioso, en ese juego mostró una sola tarjeta amarilla, esto se debe no solo al respeto que profesan los jugadores a la jueza internacional por su género y belleza; sino a su buen rendimiento, lo cual marca una gran diferencia.
Su historia es la de una adolescente que soñaba con ser futbolista pero sin el talento necesario, fue su padre, también árbitro, quien la convenció para seguirle los pasos. Hizo la formación con 15 años y a los 16 dirigió su primer partido, rápidamente, su autoridad natural, unida a su talento comunicativo la han llevado lejos, paralelamente cursó una carrera de policía en Hannover, su ciudad natal.
Bibiana, de 41 años y quien en la actualidad se ubica en la tercera posición del ranking mundial de mujeres de la IFFHS, es consiente que el trabajo en la policía la prepara para el arbitraje, pero también el arbitraje le ha contribuido en su faceta de policía. Su situación particular provoca que labore en la Comisaría muchos días festivos, porque durante toda la temporada sus superiores le dan los fines de semana libres para que dirija.
Y para comprobar que el juzgamiento está en su sangre, es la esposa del ex colegiado inglés Howard Webb, quien dirigió la final del Mundial 2010 y quien, como cosa rara, también es policía. El resto de su vida como árbitra no se diferencia mucho respecto a las de sus colegas. Lo único que la hace distinta es que recientemente, en una entrevista, contó que lloró en el vestuario durante un partido porque se equivocó, una confesión poco frecuente en un gremio arbitral de quienes siempre se deben mostrar fuertes.
La árbitra alemana lleva varios días preparándose físicamente con mayor intensidad en la pista para la posible vuelta de la competición, pero antes de reiniciar el campeonato tendrá que presentar sus pruebas físicas, una vez las apruebe se concentrará en un hotel. De igual manera tres días antes del inicio de la competición deberá hacerse los exámenes como todos sus compañeros para descartar el COVID- 19 y repasará el protocolo que deberá cumplir estrictamente y hacerle acatar a los jugadores.
La policía rubia extrañara el público en las tribunas, pero no tiene miedo a vuelta, todo porque quiere seguir siendo fiel a su idea que no es otra que seguir abriendo espacios a las demás damas dentro del referato.