Cali, sucursal de la Resistencia en Colombia
La Capital del Valle ha vivido un mes de bloqueos, saqueos, concentraciones, pérdidas millonarias, muertos, heridos y desaparecidos.
El paro en Cali se iniió el pasado 28 de abril. / Foto Caracol Radio Cali
Cali
La Capital del Valle se ha constituido en el referente en Colombia del paro nacional que se inició el pasado 28 de abril y que este viernes 28 de mayo cumple un mes.
Cali ha aportado el mayor número de muertos (cifra que aún no es clara), heridos, daños a bienes públicos y privados, desaparecidos, así como grandes movilizaciones y concentraciones en rechazo a las reformas que ha emprendido el Gobierno del presidente Iván Duque.
Según los organismos de Derechos Humanos en Cali, con información recolectada en terreno en los diferentes puntos de concentración, se habla de 27 asesinatos, 100 personas desaparecidas, 247 casos de detenciones, de los cuales cuatro han sido judiciales por secuestro simple y porte ilegal de armas y un detenido por terrorismo. Los heridos serían 314 personas, 18 de las cuales fueron atendidas en centros asistenciales de la ciudad.
La movilización masiva del 28 de abril, con todo lo festivo y con bordes de asonada, se tomó la ciudad y la paralizó del todo, como la ocurrida el pasado 13 de mayo. A estas le siguieron por varias semanas movilizaciones de vehículos, motos y personas buscando combustibles, hasta el punto de saquear varias gasolineras. La escasez de alimentos no se hizo esperar. Los productos si no había en las tiendas de barrio, se vendían a precios muy altos. Ejemplo, un plátano llegó a costar hasta siete mil pesos. Los diálogos con los líderes de los bloqueos, ha permitido paulatinamente el ingreso de corredores humanitarios con alimentos para abastecer almacenes de cadena, a la central mayorista de Cavasa y a las galerías como la de Santa Elena, una de las principales de la ciudad.
A esto hay que agregarle la falta de insumos médicos para tratar a pacientes críticos de COVID-19 en Cali, como el oxígeno. Fue necesario interceder con los líderes de las barricadas para permitir el paso de estos vehículos con el producto, que aún se mantiene.
Durante este mes de paro en Cali, igualmente se han presentado daños a instalaciones policiales, las cuales unas han sido destruidas por el fuego y otras convertidas en bibliotecas comunitarias, a entidades financieras, sedes gubernamentales, puestos de salud, colegios, varios hoteles, almacenes de cadena, dispositivos de fotomultas, vehículos, incluidos los de Misión Médica y socorro, así como a varias estaciones y buses del Sistema de Transporte Masivo, Mío, que ha ocasionado su parálisis por semanas y que por días está funcionando, afectando especialmente a los trabajadores y obreros para desplazarse a sus sitios de trabajo.
Según la Policía Metropolitana de Cali, en la ciudad se han registrado al menos 112 saqueos a establecimientos comerciales, 114 a entidades financieras y 66 a estaciones de servicio de combustible.
En materia económica, el paro que cumple un mes en Cali y el Valle del Cauca, deja un panorama dramático. Se estima que alrededor de 60 mil empleos formales se han perdido en el departamento. 31 Mipymes han cerrado o van a cerrar. En Buenaventura el 50% de las empresas no están operando debido al paro.
La Cámara de Comercio de Cali estima que las pérdidas en producción y valor agregado son superiores a los $2 billones, debido a los bloqueos y los actos de vandalismos que ha registrado en Cali.
Hablar de Puerto Resistencia (Puerto Rellena), la Loma de la Dignidad (Loma de la Cruz), Puerto Madera o Apocalipso (Calipso), Siloé, Puente de las Mil Luchas (Puente de los Mil Días), Paso del Comercio y Sameco, entre otros, no es hablar de sitios turísticos de la sucursal del cielo, es ahora hablar de la resistencia y de la primera línea del paro.
Este paro igualmente cambio de las dinámicas de la ciudad y la cotidianidad. Por ejemplo, se unieron las barras bravas en un solo objetivo, cayó la tradicional estatua de Belalcázar y las madres del tradicional barrio Siloé, se unieron a la lucha de sus hijos y nietos en la primera línea.
Mientras en el día se ven barricadas y retenes ilegales en las propias calles, para poder pasar de un sitio a otro, en las noches el miedo ronda varios sectores de la ciudad, debido a los enfrentamientos, que casi a diario se vienen presentando entre la Fuerza Pública y los manifestantes.
Este paro que cumple un mes cambió la dinámica en los barrios de Cali, especialmente al oriente de la ciudad. La comunidad empezó a repartir comida preparada en ollas comunitarias para alimentar a los jóvenes en la primera línea, es decir a los que se encuentran custodiando las barricadas y que, con tapabocas coloridos, pasamontañas y hasta con la misma ropa durante varios días, hacen parte de la resistencia que tienen escudos y recibe los gases lacrimógenos cuando se enfrentan a las autoridades que tratan de restablecer la movilidad.
En muchas de estas barricadas se escucha decir que comen mejor ahora en primera línea que antes.
Pero mientras tanto, en otros sectores como en el Estrato 6, con camisas blancas, la movilización es diferente. Marchan y protestan porque bloquean sus puntos de comunicación vital. Uno de esos hechos fue el registrado en el exclusivo sector de Ciudad Jardín, a la altura de la Avenida Cañasgordas, en donde habitantes de este sector, enfrentaron a disparos a la Minga indígena que trataba de ingresar a la ciudad, procedente del Cauca, para apoyar el paro. Hubo heridos y quemas a vehículos particulares, que posteriormente ocasionaron que los indígenas se retiraran de la ciudad.
Precisamente este martes 25 de mayo, con el clamor: "No más bloqueos", varios habitantes de Cali adelantaron la “Marcha del Silencio”, pidiendo que se acaben estas barricadas en Cali y el Valle del Cauca.
Durante esta pequeña movilización, que solo se realizó en un corto espacio de la ciudad, aseguraron que la cantidad de bloqueos está afectando los empleos, el trabajo y el abastecimiento de alimentos y de insumos para la salud y la industria.
Pero no ha sido fácil terminar con estos bloqueos. Luego de varios intentos de diálogos entre el gobierno local y nacional con los líderes de estos, en donde en uno de ellos fue insultado el propio alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, solo en esta última semana se logró un acercamiento entre los jóvenes que son voceros de la resistencia.
Allí se acordó la construcción de una comisión de derechos humanos para aclarar algunos hechos acontecidos en el marco de la protesta y las garantías de protección de quienes participan del paro nacional.
El alcalde de Cali Jorge Iván Ospina enfatizó el diálogo como herramienta en este momento para buscar la paz: “tenemos que entender que el diálogo es la respuesta a un fenómeno social y político como el que hemos tenido, y necesitamos consolidarlo entre todos para poder seguir en flexibilización, pero ante todo en encontrar respuestas estructurales a la problemática existente”.
Carlos González vocero del punto Cascajal volquetas en el sur de Cali, dijo que el trabajo no ha sido fácil, pero se ha podido llegar a un consenso. “No ha sido fácil la unidad de criterios, pero teniendo en cuenta las peticiones que tiene cada punto de resistencia, se ha venido fortaleciendo en un solo consenso y hemos podido llegar a acuerdos importantes como es el respeto y reconocimiento del pueblo, la construcción de mesas de diálogos para el análisis de muchas situaciones y la creación de la unión entre la institucionalidad y los jóvenes”
Pero mientras se avanza en los diálogos y pese que se ha disminuido en gran proporción los disturbios en la ciudad, sectores como el Puente de los Mil días, al oriente de Cali, Siloé, ladera occidental y Calipso sobre la Avenida Simón Bolívar, al oriente, son ahora el foco de atención, debido a los tiroteos que se viene presentando y que ya han ocasionado la muerte de un integrante del Esmad y de dos jóvenes, así como numerosos heridos.
Los muertos en Cali
Aunque no se conoce una cifra real de las personas muertas en Cali durante este mes paro, Indepaz y Temblores ONG, tienen hasta el 23 de mayo que de 59 víctimas en Colombia, 21 se han registrado en Cali.
1.- Jeisson García. Cali.
2.- Cristian Alexis Moncayo Machado. Cali.
3.- Pol Stiven Sevillano Perea. Cali.
4.- Charlie Parra Banguera. Cali.
5.- Marcelo Agredo Inchima. Cali.
6.- 8 Miguel Ángel Pinto Molina. Cali.
7.- 9 Dadimir Daza Correa. Yumbo - Valle.
8.- Daniel Felipe Azcárate Falla. Cali.
9.- Einer Alexander Lasso Chará. Cali.
10.- Maria Jovita Osorio. Cali.
11.- Edwin Villa Escobar. Cali.
12.- José Augusto Ortiz Cortés. Cali.
13.- Kevin Yair González Ramos. Cali.
14.- Rosemberg Duglas. Cali.
15.- Yinson Andrés Angulo Rodríguez. Cali.
16.- Santiago Moreno Moreno. Cali.
17.- Yofri Esteban Cardona . Cali.
18.- Jhonatan Arlex Quiñones. Cali.
19.- Andrés Angulo. Cali.
20.- N.N. Hombre en el Parque de Jovita S.I. Cali.
21.- Kevin Antoni Agudelo Jiménez. Cali.
Los desaparecidos en Cali
En el tercer y último informe de las organizaciones sociales y de derechos humanos que participan de la Misión de verificación del paro nacional en Cali, que han contado con el acompañamiento de La Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas, la Procuraduría General de la Nación y la Defensoría del Pueblo, relacionan un subregistro de 155 registros de personas reportadas como desaparecidas en la ciudad, de los cuales tan tenido información que han aparecidos vivos 54 y aún no se tiene información de 100 personas.
De momento, las autoridades en Cali tienen registros oficiales de cuatro personas desaparecidas en el marco del paro, quienes se encuentran en investigación.
“Hay un ejercicio institucional muy importante que se está haciendo de la mano de la Fiscalía, con el fin de determinar mecanismos de búsqueda urgente, cuántas personas están reportadas, cuántas corresponden al marco del paro y cuántas han aparecido”, precisó Gerson Vergara, defensor Regional del Valle del Cauca, durante el más reciente consejo de seguridad.
