La abuelita de 104 años que le ganó 2 veces al Coronavirus en Tunja, Boyacá
Carmen Hernández se convierte en un icono de esperanza en la lucha mundial contra el Covid-19.
Tunja (Colombia)
La historia de ‘Carmencita’, como le dicen de cariño a esta longeva mujer de 104 años, le está dando la vuelta al mundo, y conmueve sobre todo al personal de salud que ha estado acompañando su recuperación.
Carmencita nació en Tunja el 14 julio de 1916, y tuvo una hija que hoy tiene alrededor de 70 años, quien vive lejos de la capital de Boyacense. Treinta de sus 104 años, los ha pasado viviendo en el Asilo San José de Tunja (Boyacá), que alberga a varios ancianos en condición de vulnerabilidad.
Esta mujer, goza de un sistema inmune y un organismo extraordinario: no solo le ha ganado por partida doble al coronavirus, también logró sobreponerse a uno de los cánceres más agresivos que se conoce en el mundo, al Cáncer Vaso Celular.
Pese a ser paciente con antecedentes de enfermedad autoinmune, Carmencita a la fecha, ha sobrevivido a la pandemia por el Covid-19.
Su primer contagio se registró en el mes de agosto del 2020. En ese entonces, esta abuelita de pelo corto, cabello completamente blanco, y contextura delgada, no necesitó recurrir a un hospital para sanarse del Covid-19. Su recuperación, se hizo en el asilo, aislada, pero sin ningún contratiempo.
En febrero del 2021, Carmencita fue una de las primeras adultas mayores que recibió la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19 en Tunja.
Sin embargo, su reinfección se presentó (por segunda vez) en el mes de marzo de 2021, y tuvo que ser remitida hasta la Clínica María Josefa Canelones, Seccional de atención Covid del Hospital Universitario San Rafael de Tunja, bajo estrictos cuidados médicos.
“Precisamente ya por su avanzada edad, para nosotros es una esperanza. Esta mujer logró salir totalmente recuperada del coronavirus en esta primera reinfeccion. Tuvimos que darle asistencia en UCI durante 21 días”, explicó el gerente del Hospital Universitario San Rafael de Tunja, Yamit Noé Hurtado.
Carmencita salió por la puerta grande del centro asistencial, en medio de aplausos otorgados por el personal de salud entero, quien admira la fortaleza de esta abuela, y quienes con calle de honor, le rindieron un homenaje a esta mujer, a quien no desean volver a atender, pues solo piden que siga teniendo larga vida.
El organismo de Carmencita, reacciona muy bien a todos los tratamientos y cuidados, y luego de haber sido dada de alta, regresó a su casa, al Asilo San José de Tunja, en donde las religiosas que sostienen de la caridad esta institución, mantendrán los cuidados necesarios para que Carmencita, siga siendo una viva leyenda, en medio de la pandemia.