Salud y bienestar

Coronavirus Covid-19

Santa Marta se equipa con cápsulas asépticas contra el Covid-19

El Grupos MIAS diseño la tecnología con la que el Hospital Julio Méndez Barreneche protege a sus trabajadores y usuarios.

Santa Marta se equipa con cápsulas asépticas contra el Covid-19

Santa Marta se equipa con cápsulas asépticas contra el Covid-19(Caracol Radio)

Diez cápsulas asépticas se han instalado en el Hospital Universitario Julio Méndez Barreneche, de Santa Marta, para garantizar que tanto trabajadores como usuarios del sector salud puedan moverse por el centro asistencial con la tranquilidad de no portar bacterias, hongos o lamas, que amenacen el bienestar de todos, especialmente en medio de la emergencia sanitaria que se vive por el coronavirus.

Se trata de unas cápsulas diseñadas por el Grupos MIAS que permiten un control de bioseguridad que está disminuyendo los riesgos de contagio de Covid-19 en los samarios, además, eliminan otros virus que circulan en el ambienten y también amenazan la salud de las personas.

“En este momento contamos con diez cabinas que se han ido instalado en la entrada principal del hospital, en urgencias, en UCI y en las áreas de infectología, rayos X y quirúrgica. Hemos tenido pacientes, científicamente comprobado, en los que hemos eliminado bacterias multirresistentes usando esta tecnología, además, es un producto que se la lleva bien con el medio ambiente y nos permite darle tranquilidad a trabajadores y usuarios, porque nos ayuda con la alta desinfección en medio de la pandemia del Covid-19”, explica Yamile Perea Bolaño, coordinadora de Técnicas Asépticas del Hospital Julio Méndez Barreneche.

De acuerdo con la administración del centro asistencial, las cápsulas se encuentran en zonas que garantizan que toda persona que entre o salga de esos entornos, lo haga completamente desinfectado.

“La pulverización o desinfección en la cabina demora de tres a cinco segundos, la persona pasa lentamente, con los brazos abiertos y dando un giro. Es un procedimiento que nos permite irnos tranquilos a casa, sabiendo que no llevamos ninguna bacteria adherida en la ropa, zapatos, accesorios o el cuerpo, porque es un producto de quinta generación que mata bacterias y hongos, que no es tóxico, es biodegradable y no nos va a afectar la piel”, agrega la funcionaria del hospital universitario.

La implementación de esta importante tecnología está llamando la atención en la región Caribe de Colombia, no solo porque se ha vuelto oportuna y útil en la lucha contra el coronavirus, sino también porque está ayudando a otros sectores productivos del norte del país en la lucha contra enfermedades en la agroindustria que amenazan la estabilidad económica del país.

“Desde el Grupo MIAS no solo estamos aportando este producto para el control de bioseguridad en el sector salud, sino que venimos apoyando otros procesos como la lucha contra el Fusarium R4 en la agroindustria del banano”, expone Elaicer Avendaño, gerente de la entidad constructora de las cápsulas.

Se ha conocido que en la elaboración de este innovador producto ha participado un grupo diverso de profesionales samarios especializados en las áreas de ingeniería, salud, entre otras, que han logrado que el sistema de flujo laminar con el que funcionan las cápsulas, disponga del riego de millones de partículas de un producto que no solo desinfecte, sino que no cause efectos negativos secundarios en las personas que utilizan esa tecnología.

“Para nosotros es muy importante el paso que hemos dado porque durante años hicimos mediciones en las desinfecciones y notamos que algunos de los productos empleados en las cápsulas, causaban alergias o quemaduras, y por eso estábamos buscábamos mejorar el producto para hacerlo seguro sin afectar la salud de las personas y sin que perdiera sus bondades de desinfección y es lo que hemos conseguido y se está demostrando con estas cápsulas en el hospital”, expone Elaicer Avendaño.

Las cápsulas están compuestas por paneles y pisos asépticos que no permiten albergar ningún virus, hongo o lama, además, cuentan con un sistema de microinyección que garantiza la impregnación del producto de desinfección en las personas desde la parte alta de la cabeza hasta la planta de los pies.

“Las cabinas no solucionan el problema del coronavirus ni del Fusarium R4, porque ese resultado anhelado depende de un conjunto de actividades en las que todos debemos comprometernos, pero nuestro aporte es este producto de bioseguridad que ayuda a combatir esos riesgos que no se ven, como los virus, pero que están ahí. La idea no es llenar a las empresas de aparatos, sino de elementos seguros para sus empleados y usuarios”, puntualiza el Gerente del Grupos MIAS.

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