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Netanyahu abucheado en Naciones Unidas, así fue el discurso del primer ministro de Israel

Benjamin Netanyahu habló durante 40 minutos ante una sala casi vacía y en su discurso descartó apoyar la creación de un estado palestino, rechazó las acusaciones de genocidio y criticó la falta de apoyo de la comunidad internacional.

Benjamin Netanyahu habló durante 40 minutos ante una sala casi vacía y en su discurso descartó apoyar la creación de un estado palestino, rechazó las acusaciones de genocidio y criticó la falta de apoyo de la comunidad internacional.
(Foto: Selcuk Acar/Anadolu via Getty Images)

Benjamin Netanyahu habló durante 40 minutos ante una sala casi vacía y en su discurso descartó apoyar la creación de un estado palestino, rechazó las acusaciones de genocidio y criticó la falta de apoyo de la comunidad internacional. (Foto: Selcuk Acar/Anadolu via Getty Images) / Anadolu

Luego de evitar cruzar el espacio aéreo de distintas naciones europeas, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, entregó un discurso de 40 minutos ante la Asamblea de Naciones Unidas en el que se concentró en tomar una postura lejana a sus críticos: rechazó ser calificado como genocida, descartó apoyar la creación de un estado palestino y envió un mensaje a Hamás.

Netanyahu, entre abucheos y aplausos

La llegada del primer ministro israelí al podio de la Asamblea General de la ONU provocó la salida de numerosos delegados de la sala, y también aplausos y vítores de otros.

La presidencia de la Asamblea pidió repetidamente orden antes de que Netanyahu tomara la palabra en el estrado.

Previsible rechazo a Netanyahu

Se desconoce si había habido una concertación previa entre los diplomáticos para llevar a cabo esta acción de protesta, que sumó a cerca de un centenar de delegados.

En previsión de que esto sucediera, decenas de israelíes y judíos (reconocibles por las kipas de los hombres y los lazos amarillos de solidaridad con los rehenes) habían tomado asiento en los balcones de la Asamblea General, donde trataron de contrarrestar la protesta diplomática con aplausos y gritos de ánimo a Netanyahu.

Estos últimos aplaudieron en varias ocasiones al primer ministro, entre vítores, y de algún modo trataron de neutralizar la imagen de los numerosos asientos desocupados en uno de los discursos más esperados de la semana de alto nivel.

Aplastar a los terroristas

Netanyahu declaró que su país ha “destruido la mayor parte de la máquina terrorista” del grupo armado palestino Hamás y que busca terminar el trabajo “lo más rápido posible” en Gaza.

El primer ministro celebró lo que describió como una serie de victorias estratégicas israelíes en el último año, que también incluyeron atacar el programa nuclear de Irán y asesinar al líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, en Líbano.

Un estado Palestino es como un estado de Al Qaeda

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó terminantemente la creación de un estado palestino, que sería un “suicidio nacional” para su país.

Según Netanyahu, permitir que haya un estado palestino a una milla de Jerusalén luego de los ataques del 7 de octubre sería como permitir un estado de Al Qaeda a una milla de Nueva York luego de los atentados del 11 de septiembre.

La Autoridad Palestina es una institución “corrupta hasta la médula”, acusó Netanyahu, días después de que varios países occidentales, como Reino Unido, Canadá y Australia, se añadieran al reconocimiento de Palestina como Estado.

Países “débiles” que apoyan a Palestina

El primer ministro fue muy crítico con los países que han reconocido en los últimos días el Estado de Palestina, entre los que mencionó a Francia, Reino Unido, Australia y Canadá, afirmando que con ello “recompensan a los más antisemitas del mundo” y denunciando una guerra legal y política contra Israel por parte de “líderes débiles y necesitados”.

“Aquí va un mensaje para esos líderes occidentales: Israel no permitirá que nos impongan un estado terrorista. No cometeremos un suicidio nacional porque no tengan las agallas para enfrentarse a unos medios hostiles y a turbas antisemitas que exigen la sangre de Israel”, dijo Netanyahu ante una reducida audiencia.

Benjamín Netanyahu. (Photo by ANGELA WEISS / AFP) / ANGELA WEISS

El primer ministro israelí indicó que esta posición no es solo suya, sino que es “la política del Estado y de la población del Estado de Israel”, y calificó de “una locura” hacerlo porque, entre otras cosas, dejaría el gobierno a la Autoridad Nacional Palestina.

Mensaje a Hamás

La Oficina de Netanyahu afirmó antes del discurso que Israel había instalado unos camiones con altavoces junto a la frontera para retransmitirlo y que les llegara a los gazatíesy durante su intervención el primer ministro aseguró que los móviles de los residentes en la Franja también lo iban a recibir.

“Gracias a los esfuerzos especiales de la inteligencia israelí, mis palabras ahora también se transmiten en vivo a los celulares de los gazatíes”, aseguró en su discurso, aunque EFE comprobó en la ciudad de Gaza que sus habitantes no lo habían recibido en sus móviles, ni tampoco escuchado los altavoces, situados a kilómetros de allí.

Su intención, subrayó, era llegar a los líderes de Hamás y a los carceleros de los 48 rehenes que quedan en Gaza, de los que se cree que 20 siguen vivos, a quienes Netanyahu lanzó un mensaje: “Depongan las armas. Dejen ir a mi gente, liberen a los rehenes, a todos los 48, liberen a los rehenes. Si lo hacen, vivirán. Si no, Israel los perseguirá”.

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