Aumenta el sacrificio clandestino del ganado en el departamento de Boyacá y preocupa a frigoríficos
Advierten que esta práctica ilegal afecta la salud pública y pone en riesgo la operación legal

Foto | economiavirtual.com.py / Picasa
Tunja
En el departamento de Boyacá se ha vuelto más común una práctica ilegal: el sacrificio clandestino de ganado, lo que está generando preocupación en los frigoríficos por los impactos en la salud pública y en su dinámica económica.
Didier Martínez, gerente del Frigorífico del Valle de Tenza, advirtió en Caracol Radio: «estamos muy preocupados desde los frigoríficos legalmente establecidos, porque el sacrificio clandestino no solo está creciendo, sino que se está normalizando». Dijo que esto radica en que no hay un control riguroso por parte de las autoridades competentes y eso deriva en la afectación de la salud de los consumidores y en la rentabilidad de las plantas formales.
El gerente Martínez explicó que en muchos municipios se sacrifica el ganado sin las condiciones necesarias que garanticen salubridad; esa carne es vendida como si cumpliera con las especificaciones exigidas.
Desde este frigorífico han podido detectar que hay expendios de carne que simulan legalidad, al sacrificar una sola res en sus instalaciones para obtener la guía sanitaria y así utilizarla varias veces con la carne que obtienen ilegalmente.
El gerente del Frigorífico del Valle de Tenza ha llamado la atención de las autoridades, por esas prácticas que no están amparadas por la norma, pero parece no importarles: «he llamado a inspectores y comandantes de estación de Policía, pero pareciera que no es una prioridad. Incluso un policía me respondió que hay cosas más importantes, que vigilar si llega o no carne de planta», denunció. Para él, este es un tema de salud pública que también tiene implicaciones legales, recordando que el artículo 372 del Código Penal establece que comercializar carne sin conocer su origen, puede considerarse corrupción de alimentos.
Y es que los consumidores de carne se exponen a un inminente riesgo en su salud, al comprar el producto que no es sacrificado en frigorífico, porque al no mantenerlo en la cadena de frío, se aumenta su deterioro: «tenemos identificados municipios donde sacrifican una res cada 20 o 30 días. Es ilógico pensar que esa carne se mantiene en buen estado durante tanto tiempo», indicó en Caracol Radio.
Por eso, hace un llamado a los sectores público y privado, pero en especial a las autoridades que deben ejercer el control, como las alcaldías, las secretarías de salud departamental y municipales, para que se tomen acciones que frenen el sacrificio clandestino: «este es un tema que requiere coordinación entre lo público y lo privado. Nosotros hicimos grandes inversiones para cumplir con la norma, pero si no hay control, el esfuerzo se pierde», concluyó.



