¿Por qué los buñuelos se voltean solos? Explicación científica
Si usted alguna vez se ha preguntado por qué es tan difícil freír buñuelos o ha escuchado en su casa a personas que prefieren evitar este oficio, le contamos cuál es la razón científica detrás de ese reto.
¿A quién no le gustan los buñuelos en temporada navideña? Tal vez, por cuestión de gustos, haya quien prefiera otro tipo de delicias gastronómicas.
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Sin embargo, esta receta propia de la región andina colombiana, pero conocida en todo el país, goza de una especial popularidad.
Los buñuelos son un producto que se prepara a partir de masa de harina de maíz o trigo y queso. Son moldeados con virtuoso ritmo de las manos y se fríen en aceite caliente.
Sin embargo, uno de los puntos más enigmáticos de su preparación es el momento en el que los buñuelos van al sartén.
Generan preguntas sobre cómo lograr el punto exacto o evitar que se conviertan en una masa aceitosa y la razón de los giros que dan en el aceite.
Solo en cuestión de minutos, tras tocar el aceite, los buñuelos empiezan a dar vueltas y hacer cabriolas en el sartén, lo que complica aún más su cocción uniforme.
Esto, sin hacer referencia a otras situaciones, como la unión de la masa de dos buñuelos, que forma figuras extrañas, o la explosión del aceite cuando no tiene la temperatura correcta.
A pesar de todos estos factores que hacen de la preparación de buñuelos un verdadero reto, esta delicia gastronómica no pierde su rol fundamental en la navidad, al lado de la natilla, los tamales y otras comidas.
Sin embargo, una pregunta sigue sin responder y asalta la curiosidad de muchos: ¿Por qué los buñuelos se voltean solos al freírse? La ciencia encontró la explicación.
Explicación científica para freír buñuelos
Boris Rodríguez Rey, profesor de Física en la Universidad de Antioquia, explica a detalle cuál es la razón de la ciencia por la que los buñuelos dan vueltas al freírse.
Para empezar, el profesor hace énfasis en la composición de los buñuelos, que hacen de estos una masa húmeda, cuyo peso está distribuido de forma casi uniforme por todo su cuerpo.
Si bien es posible encontrar buñuelos un poco alargados o con forma de rosca o dona, los más populares son los redondos, que hacen una combinación visual perfecta con los platos de natilla.
Moldear los buñuelos es un asunto que requiere de dedicación por parte de quien los prepara. El objetivo es lograr que el buñuelo sea una esfera perfecta y esa es la razón por la que “se voltean solos”.
Según la explicación del profesor Rodríguez Rey, cuando el peso del buñuelo es uniforme en todo su volumen por la humedad de la masa, el centro de gravedad de este se encuentra en el centro del buñuelo mismo.
Es decir, el sitio en el cual se concentra la capacidad de atracción del buñuelo es justo en la mitad de la bola de masa, donde encuentra su punto de equilibrio.
Al llevar los buñuelos al aceite caliente, este empieza a reducir la cantidad de agua y humedad de la masa, al tiempo que ejerce una fuerza de empuje.
Cuando disminuye la cantidad de humedad y, por ende, el peso en distintas zonas del buñuelo, su centro de gravedad empieza a cambiar y el buñuelo gira o “se voltea” hacia el lado por el que aún no está cocido y el mayor peso ejerce más fuerza.
En aquellos casos en los que el buñuelo no queda perfectamente redondo al amasarlo, aumenta la probabilidad de que este “se voltee solo”, pues las imperfecciones o partes en las que queda más masa, por su peso, cambian el centro de gravedad.
Receta sencilla para preparar buñuelos
Si usted aún no ha calmado el antojo de preparar buñuelos en casa para compartir durante esta navidad, esta es una receta sencilla con la que podrá hacerlos.
Ingredientes
- 2 tazas queso molido
- 1 taza fécula de maíz
- 1 taza almidón de yuca
- 2 cucharadas de mantequilla blanda, sin sal
- 2 huevos
- 1/4 taza azúcar
- 1/2 cucharadita sal
- 1/2 cucharadita bicarbonato de sodio
- 1/4 taza leche tibia
- Aceite para freír
Preparación
- En un recipiente, mezcle la fécula de maíz, el almidón de yuca y el azúcar.
- Añada los huevos, la sal, el bicarbonato de sodio y amase suavemente.
- Ponga a derretir la mantequilla y agréguela con el queso, sin dejar de amasar.
- Añada un poco de leche tibia y continúe amasando suavemente, sin apretar la masa.
- Cuando la masa no se pegue de sus manos ni del recipiente, está lista.
- Divida la masa en pequeñas porciones según su gusto y moldéela en forma de esferas.
- Caliente el aceite a fuego alto. Cuando esté hirviendo, póngalo en fuego medio y agregue los buñuelos.
- Cuando estén dorados, retírelos y seque el exceso de grasa en papel absorbente.
Y recuerde: los buñuelos no se deben voltear en el sartén, pues ellos lo hacen solos. El punto de cocción perfecto es cuando el buñuelo se ha dorado por todos sus lados sin necesidad de intervenirlos.