Ola de calor: esta es la ducha perfecta para el verano, según la ciencia

Una fuerte ola de calor recorre Europa y ya ha disparado los termómetros en el sur mediterráneo, mientras que en el centro y el este del ‘Viejo Continente’ la ola de calor también despierta los miedos a incendios y a problemas de salud de los más vulnerables.

En Estados Unidos, los pronósticos de olas de calor excesivo en los estados del oeste, sur y sureste también son alarmantes. El fin de semana, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) advirtió sobre “una ola de calor generalizada y sofocante” en gran parte del oeste hasta el sureste, con temperaturas sofocantes que continuarán hasta la próxima semana y aumentan los riesgos para la salud de millones de habitantes.

En Asia, China registró una temperatura de 52,2 grados centígrados el domingo en la región de Xinjiang (oeste), un récord para mediados de julio, informó este lunes el Servicio Meteorológico.

Xinjiang, el vasto territorio semidesértico fronterizo de varios países de Asia Central, es generalmente en verano la región más cálida de China.

En algunas regiones de Colombia la situación no es diferente con la llegada del Fenómeno de El Niño. Desde ya, las autoridades han empezado a alertar la prolongación de la ola de calor en esta zona del territorio colombiano, que si bien se está viviendo desde inicios de julio, ha moderado su fuerza y sus temperaturas que podrían mantenerse hasta el mes de octubre.

Ante este panorama alarmante, diferentes estudios explican los efectos que produce en el cuerpo, la temperatura del agua con la que nos bañamos y cuál es la mejor opción para estas épocas de verano. Entre los beneficios de la ducha fría se destacan:

• Calma el picor de la piel: la Academia Española de Dermatología (AEDV) indica que “la aplicación externa de agua fría o compresas húmedas produce un efecto calmante inmediato del picor y disminuye la inflamación de la piel”.
• Mejora la circulación de la sangre: el frío provoca una vasoconstricción que hace que la sangre de los tejidos más profundos circule a mayor velocidad para mantener la temperatura corporal. La ducha fría puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares.
• Ayuda a despertarse: el agua fría provoca un pequeño shock -primero causa una vasodilatación superficial para mantener la temperatura corporal y después, una vasoconstricción- que aumenta el consumo de oxígeno, la frecuencia cardiaca y el estado de alerta.

En cuanto al agua caliente, permite la relajación pulmonar, ya que alivian la tensión pulmonar, favorece un buen descanso antes de dormir, alivia los síntomas de resfriado y mejora la limpieza de la piel.

La mejor opción: duchas de contrastes

Aunque parezca obvio que el agua tibia es lo idóneo, para soportar la temperatura del agua, la verdadera solución son las ducha de contrastes: un minuto en agua helada y otro en agua muy caliente, repetido cinco veces, es lo más aconsejable.

Este tipo de ducha consiste en poner el agua lo más fría posible y permanecer bajo el chorro durante un minuto. Después, se cambia el agua a tan caliente como sea posible durante un minuto más. Alternar un minuto de agua fría y otro de agua caliente durante tres a cinco ciclos.

La eficacia de este baño consiste en que el agua fría contrae los vasos sanguíneos, por lo que toda la sangre va al centro del cuerpo. El agua caliente abre los vasos sanguíneos y toda la sangre volverá a toda prisa, bombeándose completamente a través de los músculos y órganos, y es ideal para ayudar a la regeneración y desintoxicación.