El cese al fuego bilateral la clave para la mesa de conversaciones con el ELN
Este punto es la columna vertebral para que la agenda de este proceso se pueda ejecutar
Gobierno olombiano y el ELN aceleran los trabajos para definir el cese al fuego bilateral.
Cuando se cumple un mes del tercer ciclo de conversaciones de paz entre el Gobierno colombiano y el ELN que se lleva a cabo en el Hotel Palco en La Habana, Cuba, los plenarios que son las reuniones entre las partes discuten los puntos de esta ronda en las que están presentes los países garantes que son: Noruega, Venezuela, Chile, México y Brasil; y de los países acompañantes de apoyo y cooperación: Alemania, España, Suecia y Suiza. También la ONU y la Iglesia católica que hacen un acompañamiento especial al proceso de paz.
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Para las dos delegaciones, poder definir el cese al fuego bilateral es la clave para que la participación de la sociedad civil y las acciones y dinámicas humanitarias se puedan aplicar. Así lo explica Nicolás Rodríguez, alias ‘Gabino’ del ELN.
“Nosotros coincidimos con la sociedad colombiana, en la urgencia de que la población participe en el proceso de paz, que se movilice por ello, en eso coincidimos y el ELN se dispone y tiene todas las puertas abiertas, es más, esa es nuestra inspiración, nuestro objetivo y en eso nos identificamos con las grandes mayorías de Colombia”.
Sobre la mesa estuvo la propuesta que hizo el presidente Gustavo Petro de aplicar un cese al fuego territorial, pero la delegación del ELN cree que esa medida debe ser nacional, precisamente para que la sociedad civil sea la beneficiada por el proceso de paz y el foco está en que la medida se aplique en todo el territorio nacional y la orden está en cumplirla. Así lo explica el jefe de la delegación del ELN Pablo Beltrán:
“La misma discusión la tuvimos en la época de Santos. Lo que si yo puedo garantizar es que, si el ELN firma un cese hasta el último militante, hasta el último integrante del ELN, así esté en la parte más secreta, va a cumplir el cese. Eso es lo importante”.
En la mesa ya se estructura esta medida bilateral que contará con un monitoreo especial para verificar su cumplimiento y evitar que otros actores armados afecten su desarrollo y estará respaldado por la iglesia católica y la comunidad internacional e integraría la participación de las comunidades en el ejercicio de veeduría.
Tanto para el gobierno colombiano como para el ELN concretar este cese al fuego es destrabar la participación y las acciones y dinámicas humanitarias, que permitirán llegar con la oferta del Estado para impulsar las economías legales que sustituyan las ilegales.
