¿Cuáles son las señales que indican que es hora de reemplazar su celular por uno nuevo?

Los celulares se han convertido en una parte integral de nuestra vida debido que nos permiten comunicarnos instantáneamente con personas de todo el mundo a través de llamadas, mensajes de texto, correos electrónicos y aplicaciones de mensajería instantánea.

Además, nos permiten acceder fácilmente a una amplia variedad de información, estar entretenidos con juegos y aplicaciones, música y películas y hasta nos ayudan a ser más productivos, permitiéndonos trabajar desde cualquier lugar y en cualquier momento.

Los smarphones se actualizan constantemente y las empresas fabricantes presentan nuevas versiones de cada dispositivo de forma anual. La renovación de los productos puede representar en sí misma un motivo por el que los usuarios desean cambiar su dispositivo aún cuando este no presenta mal funcionamiento. 

Sin embargo, con el paso de los años cualquier celular, sin importar a qué gama pertenezca, empezará a presentar dificultades en su uso y el usuario deberá decidir si desea seguir conservándolo o no.

Estas son algunas señales que indican que es momento de cambiar de dispositivo.

Batería deficiente

Si la batería de su celular ya no dura tanto tiempo como antes y tiene que cargarlo varias veces al día, podría ser una señal de que la batería está dañada y necesita ser reemplazada. Si el reemplazo de la batería no soluciona el problema, puede ser hora de considerar comprar un nuevo celular.

Problemas de rendimiento

Si su celular se congela con frecuencia, se reinicia solo o las aplicaciones tardan mucho en abrirse, es posible que tenga problemas de rendimiento.

A veces, esto se debe a la falta de espacio de almacenamiento o a una versión antigua del sistema operativo que ya no es compatible con las nuevas aplicaciones.

Si ha intentado solucionar estos problemas y siguen ocurriendo, es posible que sea hora de comprar un nuevo celular, dado que constantemente, los smartphones reciben actualizaciones de sistema y de aplicaciones, así como parches de seguridad que mantienen su buen funcionamiento y usualmente algunos teléfonos inteligentes que han cumplido con cierto tiempo de vida, dejan de recibir esas vitales actualizaciones.

Pantalla rota o dañada

Si la pantalla de su celular está rota o dañada, esto no solo puede ser molesto sino que también puede afectar el rendimiento del dispositivo. Si no se puede reparar la pantalla o si el costo de la reparación es demasiado alto, puede ser hora de considerar comprar un nuevo celular.

Falta de actualizaciones de seguridad

Si su celular ya no recibe actualizaciones de seguridad o actualizaciones del sistema operativo, esto significa que el dispositivo está desactualizado y potencialmente vulnerable a las amenazas de seguridad.

Si quiere asegurarse de que sus datos y su información personal estén protegidos, puede ser hora de comprar un nuevo celular que tenga las últimas actualizaciones de seguridad y sistema operativo.

Cuando su smartphone cumpla los 2-3 años, comenzará a notar que las actualizaciones no llegan con tanta regularidad o que incluso las que llegan, son parciales.

Se queda sin espacio a menudo

Usualmente, videojuegos, fotos y videos, así como aplicaciones y actualizaciones de sistema requieren grandes capacidades de almacenamiento y al no contar con el espacio suficiente, a largo plazo, se afecta el rendimiento y fluidez del celular.

Aunque existen opciones de almacenamiento externo, así como en la nube, lo ideal es contar con un dispositivo que incluya buena capacidad de memoria ROM (almacenamiento interno).

Ahora, no es un secreto que con los constantes lanzamientos de smartphones el concepto de obsolescencia programada pasa a ser parte de la conversación.

Cuando se habla de este término básicamente se hace referencia a la programación de vida útil del dispositivo, es decir, casi que los elementos tecnológicos están pensados para que se puedan utilizar por determinado tiempo y luego empiecen a fallar para así alimentar la cadena de consumo.

Lo anterior ha llevado a que, según estudios, se determine que el consumidor promedio renueve su celular cada 15 meses.