¿Cuál es el asiento más seguro para viajar en avión? Expertos responden

El avión es considerado como el medio de transporte más seguro en el mundo. No obstante, como cualquier otro, no es infalible y corre el riesgo de sufrir un accidente.

Durante el año 2018 se registraron 15 accidentes aéreos fatales en todo el mundo, con un balance de 556 muertes, casi doce veces más que los 44 decesos contabilizados en el año 2017, que fue el año más seguro en la historia de la aviación con diez accidentes, según los datos de la consultora holandesa Aviation Safety Network (ASN).

Dado el volumen del tráfico aéreo mundial, que se estima en unos 37,8 millones de vuelos, la tasa se sitúa en un accidente aéreo fatal por cada 2,52 millones de vuelos. Según las estadísticas mundiales, las probabilidades de estar en un accidente aéreo son de 1 entre 11 millones.

Así entonces, no está demás que al sacar un pasaje de avión, se pueda elegir el más seguro.

Doug Drury, un profesor de la Universidad Central de Queensland, en Australia y experto en aviación, aseguró que hay una tasa de mortalidad del 44 por ciento para los viajeros sentados en los asientos del pasillo en el medio de la nave, en comparación con el 28 por ciento para los asientos traseros centrales.

“Los viajeros que no pueden tomar los asientos más seguros pueden tener más suerte si sobreviven en los asientos del medio y de la ventana de la parte central del avión”, indicó y aclaró que las posibilidades de morir en un accidente de avión tienen menos que ver con el lugar donde una persona se sienta y más con las circunstancias que rodearon el accidente.

El profesor explicó que en 1989, el vuelo 323 de United se estrelló en Sioux City, Iowa y 184 de los 269 pasajeros sobrevivieron, la mayoría de los cuales estaban sentados detrás de primera clase, cerca de la parte delantera del avión.

Así mismo, investigadores de la Universidad de Greenwich llevaron a cabo un estudio en el que determinaron que los asientos más seguros a la hora de sufrir un accidente aéreo son los que se sitúan en la fila de las salidas de emergencia y en las dos que la rodean: la de delante y la de detrás.

En ese estudio, evaluaron 105 siniestros aéreos con 2.000 supervivientes, desde aterrizajes forzosos hasta incendios a bordo, pasando por accidentes más graves.

Los asientos más peligrosos a la hora de afrontar un problema son los que se encuentran a partir de la sexta fila desde la salida de emergencia.

Entonces, los pasajeros que se encuentran en los asientos que están en el fondo del avión, es decir en la parte trasera, detrás de las alas, tienen un 69% de probabilidades de sobrevivir en caso de accidente, mientras que los que se ubican en asientos que estén delante de las alas del avión, solo un 56%.

Los asientos de la parte delantera (en concreto los 15 primeros) ofrecen tan solo un 49% de oportunidades de sobrevivir, según información de la revista ‘Popular Mechanics’.

En caso de un accidente aéreo…

Escoja bien su ropa.

En caso de un accidente en el que el avión deba aterrizar de emergencia o se estrelle, hay altas posibilidades de que el aparato se encienda en llamas, por la cantidad de combustible que requieren.

Por esta razón es importante llevar ropa cómoda que le permita movilizarse con agilidad y, en lo posible, que no sea fabricada con tejidos inflamables como el poliéster o el nylon.

Opte por tejidos naturales como el algodón o la lana. Tenga en cuenta que las sandalias o tacones altos hacen difícil moverse en caso tener que evacuar, además es más probable perderlos por el camino.

Es mejor llevar pantalón y manga larga, de materiales no muy gruesos, de esta manera evita heridas serias o quemaduras, sin sentir asfixia.

Pregunte y practique cómo quitarse el cinturón

Aunque es algo improbable o aparentemente lógico, el pánico puede hacer que algo tan sencillo como desabrochar el cinturón de seguridad se convierta en una trampa mortal.

Déjase los zapatos puestos

Uno de los errores más comunes al iniciar un largo viaje es quitarse los zapatos. La recomendación general es dejárselos puestos porque, si es necesario evacuar, es más probable salir con vida si lleva los pies protegidos, ya que podría necesitar correr sobre objetos punzantes y en llamas.