Así será el empalme de las FF.MM. y Policía entre Duque y Petro
La primera reunión será el próximo jueves 30 de junio a las dos de la tarde.
Colprensa - Mariano Vimos
El equipo de empalme del sector defensa está liderado por el ministro Diego Molano e integrado por el viceministro para la estrategia y planeación, Jairo García; la viceministra para las políticas y seguridad, Sandra Alzate; el viceministro de veteranos y del grupo social y empresarial (GESED), Gustavo Niño; además de la secretaria general, Beatriz Muñoz, y el secretario de gabinete, Gregorio Marulanda.
En la directriz enviada por el ministro Molano, que conoció en primicia Caracol Radio, se aclara que ninguna entidad ni fuerza podrá hacer empalmes o reuniones de manera independiente.
De esta manera, dependiendo del tema especializado a ser analizado, se contará con un delegado del Ejército Nacional, Armada Nacional y Fuerza Aérea Colombiana que serán nombrados por los comandantes de cada una de las fuerzas. Lo mismo pasará con la Policía Nacional.
Leer más:
“Esta comisión del sector Defensa será la única responsable de sostener los encuentros con la comisión designada por el presidente electo, para abordar los temas de seguridad y defensa”, señaló esa cartera en un comunicado.
La primera reunión de empalme se realizará el próximo jueves 30 de junio, a las dos de la tarde, en las instalaciones del Ministerio de Defensa Nacional.
El presidente electo, Gustavo Petro, de momento, ha delegado al general de la Policía, William Salamanca, quien fue retirado de esa institución en diciembre de 2020, luego de un año de intensas discusiones con el entonces director de la Policía, general Óscar Atehortúa.
Leer más:
Salamanca se desempeñaba como Inspector General y llevó a un juicio disciplinario en la Procuraduría a Atehortúa por las presuntas irregularidades en la construcción de 51 casas fiscales en el municipio de San Luis, Tolima, como, por ejemplo, pésimas condiciones de habitabilidad, sin agua potable y con vías de acceso dañadas.
Aseguró en ese entonces que no estaba en una “guerra de poderes” en la institución y que sólo cumplía con una de sus misiones: “seguir enfrentando la corrupción”. También había alertado de hackeos para, supuestamente, borrar información clave de la bitácora del general Atehortúa en el Sistema de Información Jurídico (Sijur).
