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Jugar como sea

La Selección Colombia creó el clima perfecto para los fanáticos de los extremos, esa división que tanto encanta en nuestro país.

Selección Colombia

Selección Colombia / Getty Images

Por: Juan Felipe Cadavid

La Selección Colombia creó el clima perfecto para los fanáticos de los extremos, esa división que tanto encanta en nuestro país. Serán varios días de enfrentamientos entre 'Pekermistas' y los 'AntiPékerman', entre quienes no quieren que la sede siga siendo Barranquilla y los que sí, incluso ya está 'sangriento' el duelo en redes entre los 'Jamesistas' y los que no les gusta el 10 cucuteño. Así somos, y así creemos que arreglamos todo.

Mientras eso sucede, nuestro fútbol seguirá enfermo de inmediatez. El afán por ganar nos arrebató el gusto por las formas, un placer que nos acompañó por muchos años y que no le merma importancia al resultado. El resultado sí importa, pero no a cualquier precio.

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Desde 2015 el equipo dejó de ser equipo, para convertirse cada vez más en un grupo dependiente de las individualidades, los solistas se llevaron los créditos y no importaba cómo jugáramos, ahí siempre estaba él: ¿Quién? No importa, siempre alguien nos salvaba.

El famoso 'Pepito Pérez' y 10 más que no entiende de juego colectivo y mucho menos de juego elaborado se adueñó de nuestro futuro, y así nos va. Eso nos alcanza para ganar partidos, para ir a mundiales (así llegamos a Rusia 2018) e incluso nos alcanza para vernos bien en los juegos donde un básico orden defensivo, un alto sentido de combatividad y un par de jugadas en ataque del héroe de turno aparecen, pero no para responder en los partidos donde el rival nos espera con una doble línea de 4 replegada.

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Qué lío se nos volvió proponer, elaborar y romper líneas en bloque bajo. En este tipo de partidos nos vemos espantosos, sin ideas, atropellados y atascados. No encontramos respuestas colectivas y todo se pone aún más oscuro si nuestros jugadores deciden o ejecutan mal las pocas opciones que se generan. Ese es el caos en el que vivimos y que deriva en propuestas nacidas en el desespero de ver cómo Catar quiere, pero nosotros aún no.

Propuestas que caen en el facilísimo de pedir a 'Pepito', no volver a llamar a 'Sutanito', jugar en otra sede, cambiar el horario, etc.

¿Pero quién se preocupa por el modelo de juego de nuestras Selecciones? Seguramente nadie, porque aquí lo importante es ganar y hacerlo como se lo leí a un colega "COMO SEA": y así nos va, como sea.

Frescos, igual vamos a clasificar y estaremos en Catar, donde seguramente bastará con jugar COMO SEA.

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