Paneleros reclaman mejores condiciones para comercializar su producto

Más de 350 mil familias campesinas en Colombia son productoras de panela. Cada una con un proceso tradicional que aunque a primera vista parece ser el mismo, está impregnado de la esencia de los trabajadores de la molienda.

“Yo llevo más de 20 años en esta finca haciendo panela y es un proceso largo porque duramos 14 meses para sacar una carga. Primero se hace una quema en el terreno, se roza, se siembra la caña, hay que pegarle dos limpiadas, esperamos el año, ahí se corta, pasa por trapiche sacamos el caldo, lo calentamos a punto de miel, en unas pailas se bate y luego se echa a unos moldes para darle forma a la panela”, explica Oneida García, una mujer de 42 años oriunda de Convención, Norte de Santander.

De ahí, la panela es empaquetada y transportada, una tarea titánica para muchos pequeños productores rurales que ni las vías, ni los precios de comercialización le hacen justicia a su trabajo.

“Por acá sacamos la panela en mulas hacia el pueblo o la carretera. Todo depende de qué tan lejos esté y del clima, porque cuando llueve es difícil. A veces el que la compra viene y la recoge o si no, nos toca a nosotros, el carro nos cobra mil pesos por llevar cada caja que son 40 panelas y si uno tiene la posibilidad de sacarla en bestia, pues se ahorra esa platica. Hubo un tiempo en que por la caja pagaban 18 mil pesos, nos fuimos a pérdidas. Mi esposo trabajaba aparte para pagar a los obreros y hasta la otra señora de la finca le tocó vender unos animales”, recuerda.

Una difícil situación que asegura esta mujer campesina si bien da para vivir, no es sinónimo de riqueza como muchos creerían.

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“Hay veces en que hay ganancias, otras veces no, como tenemos que esperar a veces tanto para poder sacar el producto, toca buscarse por otro lado. Sobre todo se pone malo cuando traen panela de otros lados porque nos bajan el precio. Usualmente es gente que tiene fincas más tecnificadas porque sacan más por menos. Nosotros nos demoramos más días para sacar la panela y como es manual, los costos se elevan”, dice.

A esto se le suma, su reciente preocupación por la posibilidad de que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) otorgue la patente de una forma de producción de panela al empresario Jorge Enrique González Ulloa, que terminaría por complicar la situación económica según Didier Tapasco, un panelero caldense.

“No tiene sentido, porque si esta persona pide una patente, pues todos los que sacamos panela nos sentiríamos con el igual derecho de pedirla. Porque cada panelero tiene su forma artesanal de sacar la panela, es como decir que quieren patentar el café, si eso le pertenece a todos los productores de Colombia”, asegura.

Así las cosas, desde Convención en Norte de Santander, piden a las autoridades generar mayores oportunidades para la tecnificación de la labor y desde Supía, Caldas, respetar un oficio que muchos de sus productores, aprendieron desde la cuna.