COP21: ¿el mundo se reinventa?

En medio del pánico que aún vive París, se inició este lunes en esa capital la cumbre mundial sobre cambio climático –COP21—con el propósito de intentar que todos los países se comprometan a no seguir destruyendo el planeta con las emisiones de gases de efecto invernadero.

La agenda pretende que cada país se fije unas metas de reducción en los próximos años (INDC, es su sigla en inglés) de manera que al final del siglo la temperatura no supere los 2 grados centígrados respecto a lo que marcaba antes de la era industrial (1880). China es el país que más emite gases de efecto invernadero con cerca de 10.000 millones de toneladas de dióxido de carbono, seguido por EE.UU. –la mitad de ese nivel-- e India con una cuarta parte.

Colombia emitió 178 millones de toneladas en 2012, menos cantidad que en 2010, pero ese logro puede retroceder porque en 2014 la tasa de deforestación subió un 16%, según el reporte del Ministerio de Ambiente. Las actividades que más gases emiten en nuestro país son energía con 44% –-transporte, termos y carbón--, agricultura y ganadería con 43% y procesos industriales y residuos con el 13%.

Qué cómo se logren esas metas, será algo que se sabrá en diez días cuando termine la cumbre que empezó con optimismo por el liderazgo del presidente Barack Obama y el Papa Francisco y la presencia de la siempre renuente China a comprometerse con metas de reducción de emisiones.

Pero mientras París decide, en Colombia hay más conciencia ambiental y hay un activismo importante de la gente joven, pero se sigue haciendo lo contrario para frenar la contaminación o se hace muy poco:

1. Ante el pico y placa, más carros en las calles; ante la crisis del sistema masivo, más motos contaminantes incluidas centenares de miles de dos tiempos; más buses articulados que usan el combustible más venenoso, el diésel, y falta de voluntad para prohibir el uso de carros viejos. 2. En el sector rural, la ganadería extensiva es de las que más gases genera. En este gobierno el divorcio con el gremio ha impedido políticas concertadas para cambiar el modelo. 3. La minería ilegal con su sed del oro, destruye la selva y contamina ríos y la impotencia del Estado es evidente. 4. Las explotaciones mineras –legales e ilegales-- acechan las reservas naturales y las corporaciones encargadas, en buena medida, de evitarlo están politizadas.

Al final de la cumbre los expertos esperan que haya quedado claro el mensaje al mercado --y su compromiso-- de que la economía debe girar hacia un modelo de crecimiento con menos emisiones y que de no lograrse un acuerdo serio no habrá desarrollo ni economía.