Accidentes maravillosos: alimentos que nacieron del azar

Un chef enfadado y unas papas son las protagonistas de este hallazgo. Cansado de los reclamos de un cliente quien se quejaba por el grosor de sus papas y la falta de sal, el chef George Crum, quien para 1853 era dueño del restaurante Moon Lake Lodge´s, decidió partir las papas de manera muy fina, freírlas hasta que endurecieran y agregarles sal extra. El comensal quedó obsesionado con este invento. No pudo parar de comer y creó, junto al chef, el restaurante Saratoga Chips.


Lo que antes era un remedio para curar el dolor de cabeza, en 1886 se convirtió en una de las bebidas más populares de la historia. El farmacéutico John Pemberton estaba preparando el brebaje (secreto hasta nuestros días) y por error mezcló otro ingrediente, creando así las bebidas de cola.

Un accidente en Roma antecedió el mito del monstruo come galletas. Una sopa cocida y puesta al sol se convirtió en una pasta. Los romanos vieron en esta masa endurecida una forma sencilla de transportar alimentos para viajes largos con mayor facilidad. Para el siglo III a.C., eran delgadas, a veces cocidas y en su gran mayoría de harina de trigo o avena.

Buscando un alimento que fuera nutritivo, los hermanos Kellogg, experimentaron con el trigo. Por descuido dejaron reposar demasiado tiempo un poco de trigo cocido, a su regreso encontraron la masa alterada, la moldearon con rodillos y la hornearon llegando así a las famosas hojuelas que hoy se acompañan con leche.

Fue en el año 1905. Mientras que Frank Epperson, un niño de 11 años, jugaba en el patio a prepararse una bebida revolviendo bicarbonato en polvo con un palito de madera, fue llamado para entrar a su casa. Dejó el líquido a la intemperie y, por cuenta del frío, cuando regresó el deducido estaba convertido en un pequeño bloque de hielo. La patente se registró en 1923 como la paleta de hielo.

Un chef enfadado y unas papas son las protagonistas de este hallazgo. Cansado de los reclamos de un cliente quien se quejaba por el grosor de sus papas y la falta de sal, el chef George Crum, quien para 1853 era dueño del restaurante Moon Lake Lodge´s, decidió partir las papas de manera muy fina, freírlas hasta que endurecieran y agregarles sal extra. El comensal quedó obsesionado con este invento. No pudo parar de comer y creó, junto al chef, el restaurante Saratoga Chips.


Lo que antes era un remedio para curar el dolor de cabeza, en 1886 se convirtió en una de las bebidas más populares de la historia. El farmacéutico John Pemberton estaba preparando el brebaje (secreto hasta nuestros días) y por error mezcló otro ingrediente, creando así las bebidas de cola.

Un accidente en Roma antecedió el mito del monstruo come galletas. Una sopa cocida y puesta al sol se convirtió en una pasta. Los romanos vieron en esta masa endurecida una forma sencilla de transportar alimentos para viajes largos con mayor facilidad. Para el siglo III a.C., eran delgadas, a veces cocidas y en su gran mayoría de harina de trigo o avena.

Buscando un alimento que fuera nutritivo, los hermanos Kellogg, experimentaron con el trigo. Por descuido dejaron reposar demasiado tiempo un poco de trigo cocido, a su regreso encontraron la masa alterada, la moldearon con rodillos y la hornearon llegando así a las famosas hojuelas que hoy se acompañan con leche.

Fue en el año 1905. Mientras que Frank Epperson, un niño de 11 años, jugaba en el patio a prepararse una bebida revolviendo bicarbonato en polvo con un palito de madera, fue llamado para entrar a su casa. Dejó el líquido a la intemperie y, por cuenta del frío, cuando regresó el deducido estaba convertido en un pequeño bloque de hielo. La patente se registró en 1923 como la paleta de hielo.

Un chef enfadado y unas papas son las protagonistas de este hallazgo. Cansado de los reclamos de un cliente quien se quejaba por el grosor de sus papas y la falta de sal, el chef George Crum, quien para 1853 era dueño del restaurante Moon Lake Lodge´s, decidió partir las papas de manera muy fina, freírlas hasta que endurecieran y agregarles sal extra. El comensal quedó obsesionado con este invento. No pudo parar de comer y creó, junto al chef, el restaurante Saratoga Chips.
Medellín
Nacidas del capricho, las casualidades son un fenómeno comparable con una pieza de música que en un mismo escenario exige una perfecta combinación entre sonidos y silencios. Sin contar con el acto sensible, sobrenatural e inexplicable de encantar y, por qué no, enamorar.
Como muchos inventos que revolucionaron la historia por cuenta del azar, la gastronomía no ha sido una abandonada por la suerte. Entre accidentes, venganzas y choques con la intemperie han sido descubiertos alimentos tan populares como las galletas, las papas fritas y las paletas de agua.



