Ciencia y medio ambiente

Kennedy y su meta: la Luna

El 12 de septiembre de 1962, John F. Kennedy afirmó que el hombre llegaría a la Luna en menos de 10 años.

Kennedy y su meta: la Luna

El 12 de septiembre de 1962, John F. Kennedy afirmó que el hombre llegaría a la Luna en menos de 10 años.

Sin duda, todo esto nos cuesta una buena cantidad de dinero. El presupuesto de este a&ntilde;o para temas espaciales es tres veces lo que fue en enero de 1961 y es mayor que el presupuesto espacial de los ochos a&ntilde;os previos combinados. Este presupuesto asciende ahora a $5.400 millones al a&ntilde;o, una suma asombrosa, aunque algo menor a lo que pagamos por cigarrillos y puros cada a&ntilde;o. Los gastos para el programa espacial pronto aumentar&aacute;n otro poco, de 40 centavos por semana por persona a m&aacute;s de 50 centavos por semana por cada hombre, mujer y ni&ntilde;o en los Estados Unidos, ya que hemos dado a este programa una prioridad nacional alta, aunque me doy cuenta de que en cierta medida es un acto de fe y visi&oacute;n y por ahora no sabemos qu&eacute; beneficios nos traer&aacute;. Pero si afirmara, mis conciudadanos, que enviaremos a la luna, a 240.000 millas de distancia de la estaci&oacute;n de control en Houston, un cohete gigante de m&aacute;s de 300 pies de altura, del largo de esta cancha de f&uacute;tbol americano, confeccionado de nuevas aleaciones de metal, algunas de las cuales a&uacute;n no se han inventado, capaz de resistir el calor y la presi&oacute;n muchas m&aacute;s veces de las que se han experimentado, ensamblado con una precisi&oacute;n mejor que la del reloj m&aacute;s fino, que lleva todo el equipamiento necesario para la propulsi&oacute;n, la direcci&oacute;n, el control, las comunicaciones, la alimentaci&oacute;n y la supervivencia, en una misi&oacute;n nunca antes intentada, a un cuerpo celeste desconocido, y luego traerlo de regreso a la Tierra de manera segura, que vuelva a entrar a la atm&oacute;sfera a una velocidad mayor a 25.000 millas por hora con lo que genera un calor equivalente a la mitad de la temperatura del sol, casi tan caluroso como hoy, y que haremos todo esto, y lo haremos bien, y lo haremos primero antes de que termine esta d&eacute;cada, entonces tenemos que ser audaces. <div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Soy yo quien est&aacute; haciendo todo el trabajo, solo queremos que se queden tranquilos por un minuto. [Risas]</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Sin embargo, creo que vamos a hacerlo y tenemos que pagar lo que sea necesario pagar. No creo que debamos desperdiciar dinero, pero debemos hacer el trabajo. Y esto se har&aacute; en la d&eacute;cada de los sesenta. Se puede hacer mientras algunos de ustedes a&uacute;n est&aacute;n en la escuela y la universidad. Se har&aacute; durante el ejercicio en el cargo de algunas de las personas sentadas en esta plataforma. Pero se har&aacute;. Y se har&aacute; antes de que termine esta d&eacute;cada.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Estoy feliz de que esta universidad tenga un papel importante en llevar al hombre a la luna como parte de un gran programa nacional de los Estados Unidos.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Hace muchos a&ntilde;os, al gran explorador brit&aacute;nico George Mallory, quien muri&oacute; en el Monte Everest, se le pregunt&oacute; por qu&eacute; quer&iacute;a escalarlo. Y &eacute;l contest&oacute;: &ldquo;porque est&aacute; ah&iacute;&rdquo;.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Bueno, el espacio est&aacute; ah&iacute;, y lo vamos a escalar, y la luna y los planetas est&aacute;n ah&iacute;, y nuevas esperanzas de conocimiento y paz est&aacute;n ah&iacute;. Y, por lo tanto, a medida que zarpamos pedimos la bendici&oacute;n de Dios en la aventura m&aacute;s grande, peligrosa y arriesgada en la que el hombre jam&aacute;s se haya embarcado.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Gracias.</div><div class="autor" contenteditable="true" unselectable="off">&nbsp;</div>

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La nave espacial Mariner, ahora en su trayecto a Venus, es el instrumento m&aacute;s complejo en la historia de la ciencia espacial. La precisi&oacute;n de ese lanzamiento es comparable a disparar un misil desde Cabo Ca&ntilde;averal y dejarlo caer en este estadio entre las l&iacute;neas de las 40 yardas. <div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Los sat&eacute;lites Transit ayudan a nuestros barcos a seguir un rumbo m&aacute;s seguro en el mar. Los sat&eacute;lites Tiro nos han dado advertencias sin precedentes de huracanes y tormentas, y har&aacute;n lo mismo con relaci&oacute;n a los incendios forestales y a los icebergs.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Hemos tenido nuestros fracasos, pero tambi&eacute;n los han tenido los dem&aacute;s, aunque no los admitan. Y posiblemente sean menos p&uacute;blicos.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Ciertamente, estamos rezagados, y por un tiempo lo estaremos en los vuelos tripulados. Sin embargo, no pretendemos permanecer rezagados, y en esta d&eacute;cada, nos recuperaremos y seguiremos adelante.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; El crecimiento de nuestra ciencia y educaci&oacute;n se ver&aacute; enriquecido por los nuevos conocimientos sobre nuestro universo y medio ambiente, por nuevas t&eacute;cnicas de aprendizaje, cartograf&iacute;a y observaci&oacute;n, por nuevas herramientas y computadoras para la industria, la medicina, el hogar y las escuelas. Las instituciones t&eacute;cnicas, como Rice, cosechar&aacute;n los frutos de estas ganancias.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Y por &uacute;ltimo, aunque el programa espacial en s&iacute; a&uacute;n est&aacute; en pa&ntilde;ales, ya ha creado una gran cantidad de nuevas empresas y decenas de miles de nuevos trabajos. El espacio y las industrias relacionadas generan nuevas demandas en inversi&oacute;n y personal calificado, y esta ciudad y este Estado, y esta regi&oacute;n, participar&aacute;n en gran medida de este crecimiento. Lo que alguna vez fue el puesto de avanzada m&aacute;s lejano en la antigua frontera del oeste ser&aacute; el puesto de avanzada m&aacute;s lejano de la nueva frontera de la ciencia y el espacio. Houston, su ciudad de Houston, con su Centro de Naves Espaciales Tripuladas, se convertir&aacute; en el coraz&oacute;n de una gran comunidad de cient&iacute;ficos e ingenieros. Durante los pr&oacute;ximos cinco a&ntilde;os, la Administraci&oacute;n Nacional de Aeron&aacute;utica y del Espacio espera duplicar la cantidad de cient&iacute;ficos e ingenieros en esta &aacute;rea y aumentar su desembolso en sueldos y gastos a $60 millones al a&ntilde;o; invertir $200 millones en instalaciones de plantas y laboratorios; y administrar o contratar para el nuevo programa espacial m&aacute;s de mil millones de este Centro en esta ciudad.</div><div class="autor" contenteditable="true" unselectable="off">&nbsp;</div>

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Zarpamos en este nuevo mar porque hay nuevos conocimientos que adquirir, nuevos derechos que ganar, los cuales se deben adquirir y usar para el progreso de todas las personas. Porque la ciencia espacial, al igual que la ciencia nuclear y toda la tecnolog&iacute;a, no tiene su propia conciencia. Si se convertir&aacute; en una fuerza para bien o para mal depende del hombre, y solo si los Estados Unidos ocupan una posici&oacute;n de supremac&iacute;a podremos ayudar a decidir si este nuevo oc&eacute;ano ser&aacute; un mar de paz o un nuevo teatro de guerra aterrador. No estoy diciendo que debemos estar o estaremos m&aacute;s desprotegidos contra el mal uso hostil del espacio de lo que lo estamos contra el uso hostil de la tierra o el mar, sino que afirmo que el espacio se puede explorar y conquistar sin alimentar el fuego de la guerra, sin repetir los errores que el hombre ha cometido al expandirse por todo el mundo. <div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Todav&iacute;a no hay enfrentamientos, prejuicios ni conflictos entre naciones en el espacio exterior. Sus peligros son hostiles para todos nosotros. Su conquista merece lo mejor de toda la humanidad, y es posible que la oportunidad de una cooperaci&oacute;n pac&iacute;fica nunca se repita. Pero, &iquest;por qu&eacute;, dicen algunos, la luna? &iquest;Por qu&eacute; elegirla como nuestro objetivo? Y podr&iacute;an tambi&eacute;n preguntar perfectamente, &iquest;por qu&eacute; escalar la monta&ntilde;a m&aacute;s alta? &iquest;Por qu&eacute; hace 35 a&ntilde;os sobrevolamos el Atl&aacute;ntico? &iquest;Por qu&eacute; Rice juega en Texas?</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Hemos decidido ir a la luna. Elegimos ir a la luna en esta d&eacute;cada y hacer lo dem&aacute;s, no porque sean metas f&aacute;ciles, sino porque son dif&iacute;ciles, porque ese desaf&iacute;o servir&aacute; para organizar y medir lo mejor de nuestras energ&iacute;as y habilidades, porque ese desaf&iacute;o es un desaf&iacute;o que estamos dispuestos a aceptar, uno que no queremos posponer, y uno que intentaremos ganar, al igual que los otros.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Por estas razones considero que la decisi&oacute;n que tomamos el a&ntilde;o pasado de acelerar nuestros esfuerzos en el espacio es una de las decisiones m&aacute;s importantes que se tomar&aacute;n durante mi ejercicio del cargo en la Presidencia.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; En las &uacute;ltimas 24 horas hemos visto las instalaciones que se est&aacute;n construyendo para la mayor y m&aacute;s compleja exploraci&oacute;n en la historia del hombre. Hemos sentido temblar la tierra y el aire sacudidos por la prueba del cohete Saturno C-1, mucho m&aacute;s potente que el Atlas que lanz&oacute; a John Glenn, cuya energ&iacute;a generada equivale a 10.000 autom&oacute;viles acelerados a fondo. Hemos visto el lugar donde cinco motores F-1, cada uno tan poderoso como los ocho motores del Saturno combinados, se agrupar&aacute;n para formar el avanzado misil Saturno, que se ensamblar&aacute; en un edificio nuevo que se construir&aacute; en Cabo Ca&ntilde;averal, una estructura de 48 pisos tan ancha como una manzana y con el doble de longitud que esta cancha.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; En los &uacute;ltimos 19 meses, al menos, 45 sat&eacute;lites han orbitado la Tierra. Aproximadamente 40 de ellos se &ldquo;construyeron en los Estados Unidos de Norteam&eacute;rica&rdquo; y eran mucho m&aacute;s sofisticados y entregaban mayores conocimientos a las personas del mundo que aquellos de la Uni&oacute;n Sovi&eacute;tica.</div><div class="autor" contenteditable="true" unselectable="off">&nbsp;</div>

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William Bradford, al hablar en 1630 sobre la fundaci&oacute;n de la Colonia de la Bah&iacute;a de Plymouth, dijo que todas las acciones grandes y honorables van acompa&ntilde;adas de grandes dificultades, y que ambas deben ser resueltas y superadas con una valent&iacute;a responsable. <div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Si esta resumida historia de nuestro avance nos ense&ntilde;a algo, es que el hombre, en su b&uacute;squeda del conocimiento y el progreso, est&aacute; decidido y no puede ser disuadido. La exploraci&oacute;n del espacio seguir&aacute; adelante, participemos o no, y es una de las grandes aventuras de todos los tiempos, y ninguna naci&oacute;n que pretenda ser l&iacute;der de otras naciones puede esperar quedarse atr&aacute;s en la carrera por el espacio.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Quienes nos precedieron se aseguraron de que este pa&iacute;s estuviera a la cabeza de la revoluci&oacute;n industrial, a la cabeza de las invenciones modernas y a la cabeza de la energ&iacute;a nuclear, y esta generaci&oacute;n no pretende quedarse atr&aacute;s en la nueva era del espacio. Queremos ser parte de ella, queremos liderarla. Porque los ojos del mundo ahora dirigen su mirada al espacio, a la luna y a los planetas que hay m&aacute;s all&aacute;, hemos prometido que no lo veremos gobernado por una bandera de conquista hostil, sino por un estandarte de libertad y paz. Hemos prometido que no veremos un espacio repleto de armas de destrucci&oacute;n masiva, sino de instrumentos de conocimiento y comprensi&oacute;n.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Sin embargo, las promesas de esta Naci&oacute;n solo se pueden cumplir si esta Naci&oacute;n es la primera, y por lo tanto, pretendemos ser los primeros. En resumen, nuestro liderazgo en la ciencia y la industria, nuestras esperanzas de paz y seguridad, nuestras obligaciones para con nosotros mismos y los dem&aacute;s, nos obligan a hacer este esfuerzo para resolver estos misterios, para resolverlos por el bien de la humanidad y para convertirnos en la naci&oacute;n l&iacute;der del mundo en el espacio.</div><div class="autor" contenteditable="true" unselectable="off">&nbsp;</div>

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Agradezco al se&ntilde;or Presidente por haberme elegido como profesor invitado honorario y le aseguro que mi primera conferencia ser&aacute; muy breve. <div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Estoy encantado de estar aqu&iacute; y, en especial, de estar aqu&iacute; en esta ocasi&oacute;n.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Nos reunimos en una universidad c&eacute;lebre por el conocimiento, en una ciudad c&eacute;lebre por el progreso, en un Estado c&eacute;lebre por la fuerza, y tenemos necesidad de los tres, ya que nos encontramos en un momento de cambio y desaf&iacute;o, en una d&eacute;cada de esperanza y temor, en una era de conocimiento e ignorancia. Mientras m&aacute;s aumenta nuestro conocimiento, m&aacute;s evidente es nuestra ignorancia.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; A pesar del sorprendente hecho de que la mayor&iacute;a de los cient&iacute;ficos que el mundo haya conocido est&aacute;n vivos y trabajando en la actualidad, a pesar del hecho de que el n&uacute;mero de cient&iacute;ficos de nuestra naci&oacute;n se duplica cada 12 a&ntilde;os a una tasa de crecimiento de m&aacute;s de tres veces nuestra poblaci&oacute;n total, a pesar de ello, la vasta extensi&oacute;n de lo desconocido, las preguntas sin respuesta y las cosas sin terminar a&uacute;n est&aacute;n lejos de nuestra comprensi&oacute;n colectiva.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Ning&uacute;n hombre puede saber a ciencia cierta en qu&eacute; medida y qu&eacute; tan r&aacute;pido hemos llegado, pero resuman, si son tan amables, los 50.000 a&ntilde;os de historia del hombre registrada en un lapso de tiempo de medio siglo. Dicho as&iacute;, sabemos muy poco acerca de los primeros 40 a&ntilde;os, excepto que al final de ellos, los hombres avanzados hab&iacute;an aprendido a usar la piel de los animales para cubrirse. Luego, hace 10 a&ntilde;os atr&aacute;s aproximadamente, bajo este criterio, el hombre emergi&oacute; de su cueva para construir otro tipo de refugio. Solo hace cinco a&ntilde;os el hombre aprendi&oacute; a escribir y a usar una carreta con ruedas. La Cristiandad comenz&oacute; hace menos de dos a&ntilde;os. Este a&ntilde;o se cre&oacute; la imprenta, y hace menos de dos meses, durante este per&iacute;odo de 50 a&ntilde;os de la historia de la humanidad, la m&aacute;quina a vapor proporcion&oacute; una nueva fuente de poder.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Newton explor&oacute; el significado de la gravedad. El mes pasado, aparecieron las luces el&eacute;ctricas, los tel&eacute;fonos, los autom&oacute;viles y los aviones. Solo la semana pasada se desarroll&oacute; la penicilina, la televisi&oacute;n y la energ&iacute;a nuclear, y hoy si las nuevas naves espaciales de los Estados Unidos tienen &eacute;xito en llegar a Venus, antes de esta media noche literalmente habremos alcanzado las estrellas.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Este es un paso impresionante, y un paso como este no puede ayudar sino a originar nuevos males, nueva ignorancia, nuevos problemas y nuevos peligros a medida que disipa lo viejo. Sin duda, las vistas que se abren del espacio prometen altos costos y dificultades, adem&aacute;s de una gran recompensa.</div><div>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; As&iacute; que no es de extra&ntilde;ar que algunos prefieran que nos quedemos donde estamos un tiempo m&aacute;s para descansar y esperar. Pero esta ciudad de Houston, este estado de Texas, este pa&iacute;s de los Estados Unidos no fueron construidos por quienes esperaban o descansaban y deseaban mirar detr&aacute;s de ellos. Este pa&iacute;s fue conquistado por aquellos que se adelantaron, y lo mismo suceder&aacute; con el espacio.</div><div class="autor" contenteditable="true" unselectable="off">Doble click para modificar Autor</div>

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Un famoso discurso que marcó el inicio de la carrera espacial estadounidense. “Elegimos ir a la Luna. No porque sea fácil, sino porque es difícil", dijo frente a 35 mil personas.
 
Su famosa declaración de que Estados Unidos debería anunciar a opciones fáciles y optar por hacer las cosas en concreto se convirtió en la piedra angular de la fundación de la NASA.
John F. Kennedy aseguró que EU lograría ir a nuestro satélite antes de que terminara la década.
 
En julio de 1969, pocos meses antes de que "expirase" el plazo que JFK había puesto, Neil Armstrong se convirtió en el primer hombre en pisar la Luna. El discurso está relacionado con la muerte de hace unos días del capitán de la misión del Apollo 11.
 
Kennedy pronunció este discurso en la Universidad Rice, en plena Guerra Fría con la Unión Soviética. Su rivalidad ocasionó que los rusos pusieran su primer satélite en órbita el Sputnik en 1957 y llevar a Yuri Gagarin el 12 de abril de 1961 al espacio.
 
Cansados de los logros soviéticos, Estados Unidos no escatimó recursos para instalar la bandera de Estados Unidos en la Luna. Tras la exitosa misión de Armstrong, Aldrin y Collins, otras seis expediciones Apolo fueron enviadas a la Luna entre 1969 y diciembre de 1972.
 
Un accidente impidió que la numero 13 alunizara, aunque sus tripulantes salvaron la vida.

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