La vieja costumbre de usar los desechos de los cultivos de hortalizas, como <strong>brócoli y lechuga</strong>, en alimento para el ganado, podría cambiar de manera radical, pues <strong>desde Agrosavia se está desarrollando un polvo elaborado con estos productos</strong> y que podría servir para la fabricación de suplementos alimenticios, cosméticos y otros productos agroindustriales.El propósito es dar mejor aprovechamiento a la biomasa generada con los tallos y las hojas, que hoy se convierten en residuos y que en buena parte no tienen una adecuada disposición final y se vuelven elementos contaminantes.Hablamos en <strong>Al Campo</strong>, de Caracol Radio, con <strong>Juan Camilo Henao Rojas</strong>, <strong>investigador máster de Agrosavia en el Centro de Investigación La Selva</strong>, quien explicó que esta propuesta se desarrolla con los cultivadores del oriente antioqueño, pero se podría aplicar a nivel nacional.Dijo que los residuos, que también los convierten en abonos orgánicos, tienen una gran cantidad de nutrientes que podrían ser mejor aprovechados en la alimentación o en procesos industriales.De esta manera, añadió, <strong>se podría generar mejores ingresos a los campesinos</strong> y aclaró que el proceso de transformación no requiere de grandes inversiones y sí ayuda a la mitigación del impacto ambiental que generan los residuos, especialmente cuando no tienen una adecuada disposición final.Sobre los procesos para convertir el brócoli y las lechugas en polvo, los valores nutritivos, las posibilidades industriales y otros detalles, escuche al investigador Juan Camilo Henao Rojas, de Agrosavia, en la entrevista con <strong>Al Campo</strong>, de Caracol Radio: