¿Para qué una gran cumbre por la democracia?
La crisis de la democracia y el avance de los regímenes autoritarios llevaron a esta reunión con más de 100 países. ¿Servirá de algo?
Esta cumbre liderada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y en la que asistirán más de 100 gobiernos, líderes empresariales y de la sociedad civil, es el más palpable reflejo de la crisis que está viviendo la democracia en el mundo. Sin duda, es una manera de defender sus valores, su sistema de libre mercado, su autonomía tecnológica y su poder militar.
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Por un lado, porque los sistemas democráticos se están resquebrajado por dentro: por la corrupción, por el populismo, por la polarización, por las redes sociales y por la desconfianza ciudadana frente a las instituciones. Basta ver, por ejemplo, la fractura de la sociedad estadounidense o la polarización política que se ha visto en las elecciones de América Latina.
Y, por otro lado, esta cumbre es una manera de contener el progresivo avance de los regímenes autoritarios en el mundo. Lo vemos en Europa oriental (Polonia o Hungría), en África (Sudán, Uganda) o en América Latina como en Venezuela, Nicaragua o El Salvador.
¿Esta cumbre por la democracia no es una manera de responderle a China por su nuevo liderazgo mundial? ¿Y a la amenaza Rusa?
Por supuesto. Es una coalición por la democracia donde las sociedades que tienen sistemas basados en la libertad sepan defenderse frente a las nuevas tecnologías, a la inteligencia artificial, o a la computación cuántica, que hoy es utilizada por regímenes autocráticos que controlan la información y la manipulan con fines políticos. Recordemos, por ejemplo, el papel que ha jugado Rusia en las elecciones en Estados Unidos o el liderazgo que hoy tiene China en tecnologías tan estratégicas como la 5G o en la producción de baterías eléctricas para automóviles.
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Biden quiere hacer un frente común democrático con sus aliados en América Latina, Europa África y Asia. Los Chinos han salido a criticar a los Estados Unidos diciendo que con qué autoridad moral ellos deciden quién es democrático y quién no.
Es el comienzo de una nueva era que cada día se parece más a la guerra fría del siglo XX.