30 mil familias rurales tendrán que seguir esperando vivienda varios años

El Banco Agrario, encargado hasta el 2019 de asignar subsidios y construir vivienda rural, reconoció que a la fecha tiene 30 mil 400 unidades pendientes de ejecutar y que solicitó al ministerio de hacienda 157 mil millones de pesos para poder sanear financieramente el programa de vivienda rural.

En diálogo con Caracol Radio, el presidente de la entidad, Francisco Mejía Sandoya, señaló que cuando llegó este gobierno había 42 mil 833 casas sin hacer y con subsidio asignado y que a la fecha lograron hacer algo más de 11 mil. Sin embargo, por la pandemia y los bloqueos, los materiales de construcción subieron de precio y desfinanciaron la ejecución de casi 22 mil casas, que se espera estén listas en un plazo no mayor de 3 años, si el ministerio de hacienda asigna los recursos.

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La peor parte, es para los campesinos que recibieron subsidios de vivienda rural entre 2000 y 2012 y no obtuvieron su casa, pues según confirmó el funcionario, esas viviendas ya no se pueden hacer y se está buscando una salida jurídica para revocar ese subsidio asignado y empezar un nuevo proceso desde cero con esas 12 mil familias.

Se trata de un problema estructural del programa de vivienda rural, que los gobiernos de los últimos 20 años no lograron subsanar y que tienen miles de familias esperando por su casa en regiones apartadas del país. Ya hay acciones judiciales en varias regiones donde se han detectado irregularidades; es el caso de las viviendas rurales en Huila y en Cauca donde se han presentado varias tutelas para que se avance en la construcción de estas casas.

Hoy los programas de vivienda rural están en manos del ministerio de vivienda y se espera que en la ley de presupuesto, que se votará pronto en el congreso, se incluyan los recursos necesarios para que construyan estas casas que por ahora son de papel, pues se entregaron los subsidios, en algunos casos hace más de 20 años y no se materializaron.

Mientras esto ocurre, también hay un drama para los constructores contratados para estas obras y que no han tenido flujo de recursos para ejecutar los programas de vivienda; varios han visto como se vencen las pólizas de seguro y terminan renunciando al contrato, quebrados por cuenta de la desfinanciación del programa y las demoras entre la asignación del subsidio y el inicio efectivo de la construcción de las casas.

El presidente del Banco Agrario sobre ese particular señaló que la ley quedó mal hecha hace años, cuando se determinó que el banco iba a hacer las casas, pero además creó toda una serie de mecanismos que demoran el flujo de recursos.

“Entre la entrega del subsidio y la entrega de la casa pueden pasar más de 3 años”, afirmó.