El <strong>tomate de árbol</strong>, también conocido como tomate de palo o tamarillo, es una fruta de buen valor nutritivo, que se cosecha permanentemente, es económica para el consumidor y tiene múltiples formas de consumirse.Ahora se están desarrollando, mediante injertos, nuevas variedades que potencian su calidad, producción y rentabilidad para los agricultores.En <strong>Al Campo</strong>, de Caracol Radio, hablamos con el técnico agrícola <strong>Adrián Zacipa</strong>, quien desde Fusagasugá destacó que el tomate de árbol es rico en vitaminas A, B6, C y E, y múltiples minerales como calcio, hierro, fósforo y magnesio.El señor Zacipa, desde el <strong>vivero Gerfrut Germinados Frutales</strong>, en <strong>Fusagasugá</strong> (<strong>Cundinamarca</strong>), ha trabajado en el desarrollo de un injerto que genera una fruta más fuerte y una planta más duradera que el tomate de árbol común, el cual, de por sí, produce buenos rendimientos.Dijo que una planta de tomate de árbol común inicia su produccion un año después de la siembra y cuando entra en plena cosecha produce de 6 a 8 canastillas anuales. El árbol de injerto es más productivo, pues genera, en promedio, 12 canastillas de la fruta anualmente.En la entrevista de <strong>Al Campo</strong>, de Caracol Radio, el técnico agrícola <strong>Adrián Zacipa</strong> dijo que cada canastilla hoy en el mercado vale 40 mil pesos, en promedio, y entregó detalles sobre la producción y comercialización del tomate de árbol, los cuales puede escuchar en el siguiente audio anexo: