Economía

Embalses

El embalse La Playa generador de enfermedad y malos olores

El 96% de las aguas servidas que van a parar al embalse son de Tunja.

Un fallo del Tribunal Administrativo de Boyacá le ordena a la ADR pagar y comprar los predios.

Un fallo del Tribunal Administrativo de Boyacá le ordena a la ADR pagar y comprar los predios.

Tunja (Colombia)

En la vereda Resguardo Santa Teresa, en Tuta, se ve un paisaje bonito, no se puede decir lo mismo del olor que sale de la Represa La Playa cuando llueve o hace mucho sol.

Luis Enrique Mozo, es campesino de la vereda Resguardo Santa Teresa, en Tuta, dice que todo cambio para mal con el embalse La Playa, pues sus animales y su familia han sido lastimados por las picaduras de los zancudos y los malos olores.

“Miren como están las ovejas, el ganado, los terneros porque los zancudos los rodean de noche y de día. Aquí se me han muerto ovejas”, cuenta.

Junto a su esposa, les toca cerrar ventanas y puertas durante todo el día; para él es una amargura desayunar en medio de tanto zancudo. “Uno no se puede estar en un solo sitio”.

Al señor Luis Enrique le preocupa mucho la salud de su esposa invidente. “Vive permanentemente con la cara llena de granos, me toca comprarle una pomada o pastas”, narra.

Las malas condiciones de la represa se deben a las aguas servidas que llegan de las cárceles de Cómbita y El Barne, pero también de los municipios de Tunja, Oicatá, Cómbita y Tuta.

Por su parte, Marlén Vargas, tiene los ojos rojos y sus pómulos brotados, carga su pequeña de dos años de edad en sus brazos, tiene una tienda en la vereda Santa Teresa, sabe que el momento más complejo con los zancudos es a las 5 p.m.

“Es increíble cómo salen esos zancudos de todos lados, se meten en las piezas, las picadas afectan mucho a los niños y hasta los animalitos”, cuenta.

Mientras, Alcira Pedraza vive en el sector de Rio Piedra, a unos metros de La Playa. Se respira un olor fétido, a medida que pasa el tiempo duele la cabeza y los ojos, Alcira dice que el problema no son solo los zancudos, pues allí proliferan los roedores.

Los malos olores por años, afectaron la salud de doña María Jovita Martínez de 86 años de edad madre de Alcira. “Ha tenido un problema de Epoc por la contaminación que se ha presentado en este sector. Hay muchas personas que están con esos problemas pulmonares. (…) Nos está afectando al 100% con gripas, brotes y alergias”.

Los habitantes reconocen que las entidades de salud y ambiental están fumigando, pero no es suficiente porque disminuyen durante un tiempo y pocos días después llegan con más fuerza los zancudos.

El presidente de la Asociación de Usuarios del Distrito de Riego y Drenaje de Gran Escala del Alto Chicamocha y Firavitoba (Usochicamocha), Leopoldo Hernández Fuentes, la represa en su momento se construyó para controlar las inundaciones en época de invierno y soltar el agua en época de verano para mil usuarios que se beneficiaban, pero reconoce que se convirtió en un problema.

“La represa se convirtió en la cloaca y el pozo de vertimiento de aguas servidas de Tunja y otros municipios circundantes, así como las cárceles de Cómbita y el Barne”, denunció.

Usochicamocha dice la carga de sedimentación orgánica que está cayendo a La Represa hace que crezca hasta un 300% el llamado buchón.

Sostuvo que, por orden del Tribunal Administrativo de Boyacá, su entidad está haciendo el secado permanente para bajar el nivel de las aguas y la proliferación del buchón.

Insistió que los municipios y las cárceles deben tener las plantas de tratamiento de aguas residuales.

“En el caso de Corpoboyacá se conforma con una tasa retributiva, pero no hace cumplir la ley. Es que no sabemos si es más favorable cobrar la tasa retributiva por vertimientos que hacer que se establezcan las Petar”, asegura.

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