Economía

Dialogo social

Este lunes habrá diálogo para solucionar la crisis de guaqueros en Boyacá

En una mesa de concertación, intentarán ponerle punto final este fenómeno social que amenaza con prender un conflicto parecido al de la guerra verde.

Este lunes habrá diálogo para solucionar la crisis de guaqueros en Boyacá

Este lunes habrá diálogo para solucionar la crisis de guaqueros en Boyacá(Colprensa)

Tunja (Colombia)

Las invasiones de miles de guaqueros a las minas de esmeraldas privadas ha sido noticia en las ultimas semanas.

Los guaqueros, exigen que se les regule por ley su actividad, para poder utilizar los estériles producto de la actividad de la explotación minera de esmeraldas.

La sitaución ha generado disturbios, al menos 10 heridos y denuncias por presunto abuso de la fuerza por parte del ESMAD.

Este lúnes 30 de noviembre se sentarán en una mesa de diálogo a las nueve de la mañana en Maripí, Boyacá, entre guaqueros, autoridades locales y departamentales, empresas esmeralderas, y una comisión de alto gobierno encabezada por el Ministerio de Minas. Lo que sí piden los guaquerso, es que por favor, no los pongan de nuevo ‘de reunión en reunión’, pero sin solución.

Aseguran los guaqueros tradicionales del occidente de Boyacá, que para acabar con las invasiones de miles de personas a los predios privados de las empresas mineras de explotación de esmeraldas en esa zona, estos mineros informales, esperan llegar a un acuerdo el próximo lunes 30 de noviembre, para que reglamenten ante la ley la actividad, que durante décadas realizan para sobrevivir utilizando el estéril o tierras que sobran de la explotación minera.

Sin embargo, dicen que no es la primera vez que aceptan diálogos con los gobiernos locales y nacional, para buscar garantías en su ejercicio minero, y que esperan que esta vez no sea una nueva conversación fallida en la que les incumplen para reconocerlos, regularlos y formalizarlos.

Elver Monroy, uno de los guaqueros de la Asociación de Guaqueros del municipio de Maripí (Boyacá), “nosotros somos concientes y abiertos al diálogo, y de hecho reconocemos que las empresas mineras, como por ejemplo Minas Esmeraldas Santarosa, están con voluntad de concertar, y quieren trabajar y aceptar a nuestros barequeros de Maripí, pero lo que pasa es que necesitamos estar formalizados para que ellos también puedan darnos una mano y para que podamos todos trabajar en armonía. Entonces, si nos siguen demorando nuestra regulación, los problemas sociales van a crecer, más hambre, oportunidad para la delicuencia, atraso social, enfrentamientos como los que hemos visto”.

La solución a este fenómeno social, según varias orillas, incluida la política y la de la iglesia, está en reglamentar la actividad de los guaqueros en la zona esmeraldera, pues de no ser así, amenaza con generar un nuevo conflicto que no se veía desde la guerra verde.

Por eso la administración departamental presentó ante el congreso y varios actores del fenómeno social, una propuesta de regulación al parágrafo 1 del Decreto 1666 de 2016, “por el cual se adiciona el decreto único reglamentario del sector administrativo de Minas y Energía,1073 de 2015, relacionado con la clasificación minera, en dicha propuesta, la sectorial plantea una salida a la problemática existente en el Occidente de Boyacá, consistente en la regulación de la actividad minera de subsistencia, que actualmente carece de reglamentación en cuanto al uso de los desechos de explotaciones mineras o estériles, producto de las minas de esmeraldas”, concluyó la secretaria de minas de Boyacá.

Se espera la efectividad del diálogo social para que esta crisis no vaya a cobrar vidas en la zona esmeraldera que desde hace 30 años se despidió la famosa Guerra Verde que dejó más de 6.000 víctimas.

Por su parte El programa de desarrollo y paz, Boyapaz, presidido por la iglesia, en cabeza del obispo de Chiquinquirá (Boyacá), de la Diósesis Mariana de Colombia, Luis Felipe Sánchez Aponte, se reunió en las últimas horas para evaluar la sitaución de orden público y el fenómeno social minero que mantiene a la zona esmeraldera de Boyacá en tensa calma por la crisis desatada por los guaqueros, quienes han invadido a la fuerza en las últimas semanas las minas de esmeraldas privadas, y han exigido que se les reconozca su actividad de manera formal.

A través de una misiva, la iglesia y los integrantes de Boyapaz, le hicieron un llamado a las comunidades para que desistan de tomarse las vías de hecho, pues dentro de los riesgos al entrar masiva e ilegalmente a esos predios, está la propagaion masiva del Covid-19 y el riesgo de cobrarse vidas en medio de los disturbios, que ya dejaron al menos 10 persona heridas en lo que va del conflicto este año.

También le piden a las empresas esmeralderas, y a los gobiernos nacional y locales, que busquen desde la ley la mejor forma de facilirar los procesos que contribuyan a la generación de condiciones de vida digna para quienes viven de la guaquería históricamente, recordando que se hagan acuerdos serios, y que se cumplan en medio de una responsabilidad compartida, y que sea sostenible en el tiempo para manterner el futudo de las familias y la paz en la región.

Además instaron a la búsqueda del perdón, y la reconciliación frente a las soluciones entorno del manejo de los estériles producto de la actividad de la explotación minera de esmeraldas.

De otro lado, los parlamentarios de Boyacá también aseguran que la salida a esta crisis guaquera está en la regulación de éste trabajo, pero denunciaron que las autoridades tienen que acelerar el control en la zona, pues se conoció que la delincuencia estaría llegando alrededor de la crisis de los guaqueros, al occidenete de Boyacá, aprovechándose de la situación, y están generando esta bomba social.

Señaladron que incluso, venezolanos que hoy están indocumentados, están allá, y que de las alrededor de 4.000 personas que están allá invadiendo los terrenos de las empresas esmeraleras, solamente el 15% o el 18%, son guaqueros tradicionales, y el resto, harían parre de poblaciones ilegales o delincuenciales.

La situación ha generado desórdenes, riesgos de contagios por Covid-19, y disturbios entre ESMAD y población civil, con un saldo de al menos una decena de heridos durante lo corrido de la crisis social este año.

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