A la cárcel extorsionistas de aguacateros en el suroeste antioqueño
Los dos sujetos serían responsables de más de 10 exigencias económicas a dueños de fincas aguacateras.
A la cárcel extorsionistas de aguacateros en el suroeste antioqueño / Getty Imagenes (Getty Imagenes)
Antioquia
Según la investigación adelantada por un fiscal destacado ante el Gaula Antioquia, Andrés de Jesús Montoya Higuita, alias el Diablo y Porfirio de Jesús Rueda Correa, alias Pilo, posibles integrantes del grupo a rmado Clan del Golfo, que delinque en el suroeste antioqueño.
Al parecer se dedicaban al cobro de extorsiones al gremio aguacatero de los municipios antioqueños de Urrao, Concordia y Betulia.
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El 22 de abril del presente año Montoya Higuita fue capturado por el Cuerpo Técnico de Investigación en el corregimiento La Encarnación del municipio de Urrao.
Por su parte Rueda Correa fue capturado por la Policía Nacional el pasado sábado 30 de mayo, también en zona rural de ese municipio.
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Los procesados serían los responsables de más de 10 exigencias económicas que les habrían hecho a dueños de fincas aguacateras de la zona, a quienes amenazaban de atentar contra sus vidas y las de sus familias si no entregaban el dinero exigido.
A pesar de las amenazas estas víctimas no realizaron el pago extorsivo. A las víctimas les exigían entre los 10 y los 80 millones de pesos, según la capacidad económica de las mismas.
La Fiscalía también investiga a Rueda Correa como el presunto responsable de reclutar a un menor de 16 años de edad en la estructura criminal, quien sería el encargado de conseguir los contactos de las víctimas de extorsión.
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Alias el Diablo, fue cobijado con medida de aseguramiento en centro carcelario, por los delitos de concierto para delinquir agravado, en calidad de cabecilla, y 4 extorsiones tentadas agravadas.
Entretanto, alias Pilo obtuvo igual medida de aseguramiento por los delitos de concierto para delinquir agravado, 7 tentativas de extorsión agravada, uso de menores para la comisión de delitos y porte ilegal de armas de fuego de defensa personal.
Ninguno de los procesados aceptó los cargos por los delitos imputados.
