Para lograr la paz debemos trabajar las apuestas rurales

Cartagena de Indias

Luego de la experiencia del “Ñameton”, nos queda una gran enseñanza: Sí queremos paz, definitivamente, debe haber desarrollo económico en las zonas rurales; y para esto se necesitan grandes alianzas.

Algo parecido sucede en otras ciudades del mundo en donde el gran empresario se alía con los campesinos y ofrece apuestas productivas fuertes porque trabajar el campo no es cuestión de sembrar una hectárea y ya. Detrás de esto hay un gran esfuerzo. En el caso de la palma se requieren más de 3 mil hectáreas y en el caso de cacao se deben sembrar alrededor de 6 mil para que se pueda ver la productividad y, entonces, montar una planta extractora de licor de cacao que es la materia prima del chocolate y así, la yuca que tanto nos gusta, pero si no es sembrada con tecnología, no llega a ser rentable. Por esa razón, el llamado es a tecnificar los cultivos para que sean productivos. Por eso pienso que así como nos unimos para el tema del Ñameton, creo que hay cuatro procesos que debemos fortalecer y son:

1. Requerimos certificaciones de cultivos.

2. Asistencia técnica permanente a los cultivos.

3. Abrir fuentes de financiación para empresarios del campo.

4. Fortalecer nuestros sistemas de comercialización.

No es fácil. Se necesita de todo un trabajo para poder lograrlo. Este es un gran llamado a todos y a decirles que reconozco la solidaridad y me quito el sombrero con lo logrado, pero este debe ser un proceso continuo si queremos que la paz sea una constante.