Después de dos décadas los cuerpos de dos menores regresan con sus familias en Caldas
Los niños fueron víctimas del conflicto armado, uno de ellos integrante de una comunidad indígena.

Momento en el que se entregaban los cuerpos a sus familias
Manizales
Tras más de 17 y 21 años de incertidumbre, los cuerpos de William de Jesús Lengua Gañán y Liseth Natalia Ordoñez Tejedor, dos menores de edad víctimas del conflicto armado en el departamento de Caldas, regresaron con sus familias y a su territorio ancestral.
La historia de William un niño indígena
En el caso de William de Jesús, su desaparición ocurrió en 2002 en el Territorio Ancestral Indígena de San Lorenzo, en el municipio de Riosucio en Caldas.
Su cuerpo fue recuperado por la Fiscalía en 2020 y su retorno al resguardo se convirtió en un acto de reafirmación cultural.
Durante la ceremonia, la comunidad indígena realizó una calle de honor con la guardia indígena, y un ritual de armonización a cargo de médicos tradicionales, en un acto profundamente simbólico y reparador.
“Pues se sabe que en el 2003 hubo un enfrentamiento entre la fuerza pública y el grupo al margen de la ley, pues desafortunadamente allí muere William de Jesús Lengua Gañán junto con otras personas y William es llevado a la a la morgue de del cementerio de de Riosucio en el cementerio del Carmen y pues esinhumado allí en el cementerio del Carmen eh como persona en condición de no identificación”, destacó Huber Mario Calvo, enlace indígena de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas.
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La historia de una niña de La Dorada
Por su parte, la historia de Liseth Natalia Ordoñez Tejedor, una niña de 13 años del municipio de La Dorada, refleja el dolor persistente de cientos de familias caldenses.
Sus padres, Carlos y Cecilia, la recuerdan como una niña alegre y traviesa. Su desaparición en 2006 dejó un vacío inmenso que solo empezó a cerrarse en noviembre de 2020, cuando la UBPD intervino el cementerio San Agustín de Samaná.
En cumplimiento de medidas cautelares ordenadas por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), fueron recuperados 25 cuerpos, entre ellos el de Liseth Natalia.
“Desaparece el municipio de La Dorada y muere en circunstancias asociadas al conflicto armado el 26 de noviembre del 2006 en el municipio de Samaná y cuyo cuerpo fue inhumado en el cementerio San Agustín de este municipio”, dijo Hasbleidy Hernández, investigadora de la UBPD para el Eje Cafetero.
De acuerdo con la investigación humanitaria de la Unidad, los municipios de Riosucio (455 registros) y La Dorada (449 registros) concentran el mayor número de personas desaparecidas en el conflicto armado dentro del departamento, que suma 2.405 casos en total.




