40 años de La Toma y Retoma del Palacio de Justicia: Cronología de la tragedia del 6 y 7 noviembre
Durante 28 horas, el fuego cruzado consumió el Palacio de Justicia. El humo de esa tragedia aún flota sobre la historia del país.

La Toma del Palacio de Justicia, en Bogotá. Operación Antonio Nariño fue un asalto perpetrado el miércoles 6 de noviembre de 1985 por un comando de guerrilleros del Movimiento 19 de abril (M-19). / Archivo Colprensa
Cuatro décadas han pasado desde aquella mañana del 6 de noviembre de 1985. Eran las 11:35 a.m., cuando un grupo armado del Movimiento 19 de Abril (M-19) irrumpió en el Palacio de Justicia, tomando como rehenes a magistrados, empleados administrativos y de servicios del Consejo de Estado y de la Corte Suprema de Justicia, así como visitantes ocasionales que realizaban sus actividades habituales.
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Lo que ocurrió después fue uno de los capítulos más violentos en la historia reciente de Colombia. El asalto al Palacio de Justicia, en pleno centro de la capital fue resultado de un conflicto armado interno entre guerrillas, narcotráfico, paramilitares y el Estado.
El M-19, fundado tras el fraude electoral en 1970, adoptó el camino de las armas para forzar una Asamblea Nacional Constituyente. Según reconstruyó la Comisión de la Verdad, la operación militar bautizada “Antonio Nariño por los Derechos del Hombre”, fue planeada, en principio, como un juicio político al Estado colombiano.
El saldo trágico de la toma y retoma del Palacio de Justicia incluye un centenar de personas entre magistrados, civiles, guerrilleros del M-19 y miembros de la fuerza pública. Al menos 12 empleados de la cafetería y algunos visitantes ocasionales fueron víctimas de desaparición forzada. Hasta el día de hoy se desconoce su paradero. Entre ellos, Luz Mary Portela, Carlos Rodríguez, Cristina Guarín y Bernardo Beltrán.

La Toma del Palacio de Justicia, en Bogotá. Operación Antonio Nariño fue un asalto perpetrado el miércoles 6 de noviembre de 1985 por un comando de guerrilleros del Movimiento 19 de abril (M-19). / Archivo Colprensa
¿Quién era el presidente en la toma del Palacio?
Entre las 10:30 y las 11:00 de la mañana de ese miércoles, siete guerrilleros del M-19, disfrazados de empleados judiciales, ingresaron al Palacio con ayuda de una camioneta cargada de explosivos. En los registros del Consejo de Estado, se detalla que, dos se ubicaron en la Secretaría del Consejo de Estado, dos en la Secretaría de la Sección Tercera, dos en la cafetería y una mujer en el cuarto piso.
Casi de inmediato, el Ejército rodeó el edificio y dio inicio a una respuesta militar sin precedentes. El presidente Belisario Betancur fue informado del hecho.
Tanques, helicópteros y artillería fueron desplegados en la plaza de Bolívar. No hubo negociación. Aunque el presidente Betancur afirmó haber delegado el manejo de la situación a las Fuerzas Armadas, su responsabilidad fue cuestionada.
Durante 28 horas, el fuego cruzado consumió el Palacio de Justicia. Las llamas consumieron expedientes, archivos judiciales y vidas. A las 2:00 p. m., del 7 de noviembre, el Ejército retomó el control local.
6 de noviembre: minuto a minuto del asalto a la justicia
Aunque Bogotá amanecía con una rutina habitual con el gris de las lluvias, ese miércoles no sería uno más. Sobre las 11:30 a. m. un estruendo rompió la aparente calma. Vestidos de civil, con fusiles ocultos, los guerrilleros ingresaron al edificio, sometieron a los guardias y tomaron como rehenes a más de 300 personas.
Cerca de 35 hombres y mujeres armados se atrincheraron en los pisos superiores del edificio. El objetivo era instalar un tribunal simbólico con los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, presentes ese día.
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Hacia el mediodía, unidades del Ejército, encabezadas por la IV Brigada y comandadas por el coronel Alfonso Plazas Vega, rodearon el edificio. Dentro del palacio los tanques disparan a los pisos 3º y 4° y los helicópteros sobrevolaban el costado norte.
La guerrilla por su parte se concentró en dos puntos: en el cuarto piso, al mando de Otero, y otro en el tercero, con Almarales al frente. El primer incendio se produjo entre la 1:00 p.m. y las 2:00 p. m. en el sótano, luego de que miembros del M-19 pusieran cargas explosivas. El segundo tuvo lugar cerca a la biblioteca hacia las 5:00 p. m. y el último, de mayor conflagración inició en el cuarto piso, sobre las 6:00 p. m.

La Toma del Palacio de Justicia, en Bogotá. Archivo Colprensa. / Archivo Colprensa
El país perdió casi a toda la totalidad de la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia, incluyendo al presidente Alfonso Reyes Echandía. Según informes forenses y testimonios posteriores, muchos fueron ejecutados en el cuarto piso.
La Comisión de la Verdad calificó la actuación del Estado como “desproporcionada, irresponsable y violatoria del Derecho Internacional Humanitario”.
Las cámaras de televisión captaron el horror. Los periodistas transmitían en directo mientras las familias de los rehenes se ubican a pocos metros del cerco militar. Las imágenes eran impactantes: ráfagas de ametralladora, los estallidos de granadas y las columnas de humo negro desde las ventanas.
Todo el país escuchó a través de los medios el angustioso llamado del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Echandía: ¡Que cese el fuego!”. Minutos antes había intentado comunicarse con el presidente de la República.
Durante la tarde y noche del miércoles, los enfrentamientos se intensificaron. Por un lado, los guerrilleros resistían desde las salas de audiencias y la cafetería, los magistrados permanecían atrapados y la fuerza pública cumplía su misión: recuperar el edificio a toda costa.

La Toma del Palacio de Justicia, en Bogotá. Operación Antonio Nariño (Colprensa) / Archivo Colprensa
7 de noviembre: el día de la retoma del Palacio
En la madrugada del jueves, 7 de noviembre, varios pisos del edificio eran consumidos por las llamas. Las municiones de los guerrilleros ya eran muy escasas y el Ejército logró avanzar, para luego retomar progresivamente el control del Palacio de Justicia. La operación se declaró un “éxito militar”.
Sobre las 9 de la mañana, en la radio anunciaban una reunión entre el presidente Betancur y los ministros, mientras que el Ejército tenía totalmente controlado el Palacio con un grupo reducido de guerrilleros.
Un grupo de 60 rehenes y entre 10 y 12 guerrilleros del M-19 (incluidas 3 mujeres) se atrincheraron en un baño ubicado entre el segundo y tercer piso del Palacio de Justicia. Al percatarse de esto, el Ejército intensificó el asalto, concentrado el fuego y las granadas directamente sobre ese punto.
Una violenta explosión en la pared oriental del baño, acompañada de ráfagas de disparos desde el exterior, provocó la reacción de los guerrilleros, quienes dispararon de inmediato. Ante las súplicas de los rehenes, el líder guerrillero Andrés Almarales accedió a permitir la salida de las mujeres. Las guerrilleras Irma Franco Pineda y Clara Helena Enciso, lograron camuflarse entre las rehenes para escapar.
Tras una negativa, Almarales finalmente permitió la salida de los heridos y luego la del resto de los cautivos. Siete de ellos murieron dentro del baño. Una vez culminada la evacuación, se reportó que el Ejército ingresó al recinto y “acabó con los que estaban adentro”.
El delegado de la Cruz Roja, con un mensaje de diálogo, solo pudo ingresar una vez que la retoma del palacio había finalizado. Los rehenes que sobrevivieron y lograron salir del Palacio los días 6 y 7 de noviembre fueron trasladados a la Casa del Florero, donde fueron registrados, interrogados e identificados plenamente por autoridades de inteligencia.
Rehenes denominados “especiales” fueron trasladados al segundo piso de la Casa del Florero por parte de la fuerza pública. Varios de ellos fueron remitidos a instalaciones militares. Siete personas identificadas, incluida una guerrillera, desaparecieron luego de permanecer en la Casa del Florero.

La Toma del Palacio de Justicia, en Bogotá. Operación Antonio Nariño fue un asalto perpetrado el miércoles 6 de noviembre de 1985 por un comando de guerrilleros del Movimiento 19 de abril (M-19). / Archivo Colprensa
Los desaparecidos del Palacio de Justicia
Según los registrados de la Rama Judicial, se trata de la totalidad de los empleados de la cafetería del palacio: Carlos Augusto Rodríguez, Héctor Jaime Beltrán Fuentes, Cristina Guarín Cortés, Bernardo Beltrán Hernández, Gloria Stella Lizarazo, David Suspes Celis y Luz Mary Portela León.
Las visitantes ocasionales Gloria Anzola de Lanao, Lucy Amparo Oviedo de Arias y Norma Constanza Esguerra Forero, y la guerrillera del M-19 Irma Franco Pineda.
Décadas después, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó al Estado colombiano por su responsabilidad en las desapariciones forzadas y la desprotección de los magistrados.
El Consejo de Estado, máximo tribunal, ha proferido múltiples sentencias reconociendo la responsabilidad del Estado por acción y omisión. Ha ordenado indemnizaciones a las familias de los magistrados, empleados judiciales y desaparecidos.
El Palacio de Justicia fue reconstruido. Desde sus columnas de mármol blanco, hoy se dictan sentencias que intentan corregir el pasado. En el segundo piso, una placa recuerda a los magistrados caídos. Y el humo de esa tragedia aún flota sobre la historia del país.




