Intensifican controles por nueva Ley Antirruido tras denuncias ciudadanas en Barranquilla
Barranquilla Verde intensificó los operativos de control y avanza en la actualización del mapa del ruido. Picoteros piden diálogo ante los efectos económicos y culturales de la medida.

Foto: Cortesía
En conversación con Caracol Radio Joaquín Buitrago, director del Establecimiento Público Ambiental de Barranquilla Verde (EPA), habló sobre la aplicación de la Ley Antirruido en la ciudad y las medidas que se están tomando para garantizar el cumplimiento de la norma sin afectar la convivencia ciudadana.
“Sabemos que este es un problema que tiene mucho que ver con la idiosincrasia del barranquillero y del caribeño. Desde la Autoridad Ambiental Barranquilla Verde hemos venido trabajando mediante lo que nos permite la norma, que son operativos y mediciones para posteriormente imponer sanciones, multas y obligaciones”, explicó Buitrago.
Niveles de ruido
El director explicó que la Resolución 627 establece una tabla con los niveles de ruido permitidos por tipo de zona:
“Por ejemplo, en sectores donde hay hospitales, bibliotecas o guarderías, los decibeles permitidos son de 55 en el día y 45 en la noche. Y así se definen los límites según el tipo de sector.”
Según Buitrago, la línea de atención del EPA recibe la mayoría de quejas entre jueves y domingo, cuando se registran los niveles más altos de ruido.
“Recibimos denuncias que nos sirven de insumo para programar los operativos, los cuales realizamos casi todos los fines de semana junto con la Policía Ambiental y la Secretaría de Gobierno. Este año hemos visitado más de 292 establecimientos, donde además de sancionar, también hacemos pedagogía y explicamos la norma a los ciudadanos.”
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Sanciones
En cuanto a las sanciones, Buitrago aclaró que dependen del tipo de infractor:
“Una cosa es la vivienda o apartamento vecino que pone música a alto volumen, y otra los establecimientos nocturnos. En estos casos ya hemos impuesto 41 órdenes de cierre y varios comparendos policivos. También exigimos adecuaciones físicas, como la insonorización y el traslado de parlantes al interior de los locales, para garantizar el cumplimiento de la norma.”
El funcionario agregó que la actualización del mapa del ruido de Barranquilla avanza como uno de los principales proyectos del año.
Preocupación entre los picoteros
Con la entrada en vigor de la Ley Antirruido, en Barranquilla, donde el picó es parte de la cultura popular y fuente de sustento para muchas familias, la medida también ha generado preocupación. Los dueños de estos equipos temen afectaciones económicas y la pérdida de una tradición barrial. Además, la sanción por incumplir la norma podría alcanzar los 22 millones de pesos. Víctor Velaides, propietario de un picó en el sur de Barranquilla, expresó su preocupación por los efectos de la norma:
“Esta ley nos afecta porque trabajamos los fines de semana en locales donde el picó depende del sonido fuerte. Si bajamos el volumen a los niveles permitidos, las ventas caen y el ambiente se pierde. Además, cuando cierran un baile por ruido, muchas personas quedan afectadas”, dijo.
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Diálogo con autoridades
Velaides también hace un llamado a las autoridades locales para que se abra un espacio de diálogo que permita encontrar un punto medio entre el control del ruido y la preservación de esta expresión cultural.
“Lo mejor sería reunirnos con las autoridades y con todo el gremio picotero para llegar a un acuerdo. Esto es parte de nuestra cultura: a la gente le gusta el ruido, la bulla, el golpe. Esta medida nos afecta a muchos, desde los propietarios hasta los DJ y técnicos. Por eso es importante dialogar para encontrar un punto medio”, propuso Velaides.
Recordemos que la Ley Antirruido, Ley 2450 de 2025, establece límites específicos de decibeles según el tipo de zona y el horario, con el propósito de proteger la salud auditiva y la convivencia ciudadana.



