Quiénes son los 12 exmilitares del Batallón La Popa que la JEP sentenció por falsos positivos
Estos exintegrantes del Ejército según la Jurisdicción Especial para la Paz son responsables por 135 casos de falsos positivos en el norte de Cesar y sur de La Guajira
Sentencia de JEP por casos de Falsos Positivos, sub-caso Costa Caribe, batallón La Popa, en Valledupar
Bogotá
La Sección de Reconocimiento de Verdad del Tribunal para La Paz de la JEP sentenciará con una sanción propia, que no significa cárcel, sino el cumplimiento de proyectos restaurativas a 12 exmilitares del Batallón La Popa, en Valledupar, hallados como máximos responsables de 135 casos de falsos positivos.
Estos son los exmilitares del Batallón La Popa que serán sentenciados por la JEP por falsos positivos
Guillermo Gutiérrez Riveros, mayor del Ejército Nacional
Fue comandante de batería y oficial de operaciones. Tras la investigación y juicio de la JEP, fue hallado máximo responsable por asesinato, desaparición forzada y homicidio, así como por tortura y persecución. Antes de someterse a esta Jurisdicción, enfrentaba dos resoluciones de acusación en la justicia ordinaria por concierto para delinquir, secuestro simple y homicidio en persona protegida.
Heber Hernán Gómez Naranjo, mayor del Ejército Nacional
Se desempeñó como jefe de Estado Mayor y responsable de la Sección de Operaciones. La JEP lo halló máximo responsable por asesinato, desaparición forzada y homicidio. Antes de someterse a esta Jurisdicción, enfrentó siete investigaciones en la justicia ordinaria por muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate: Fue absuelto en un caso por concierto para delinquir, acusado en cuatro por homicidio y desaparición forzada, y señalado en otros dos.
Carlos Andrés Lora Cabrales, teniente del Ejército Nacional
Se desempeñó como comandante de batería y del grupo especial Trueno. La JEP lo halló máximo responsable por asesinato, desaparición forzada y homicidio, así como por tortura y persecución. Antes de someterse a esta Jurisdicción, fue condenado a 40 y 30 años de prisión (con multas de 5.000 y 2.000 salarios mínimos). Además, enfrentaba una acusación por homicidio en persona protegida y estaba vinculado a cinco procesos más por muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate.
Eduart Gustavo Álvarez Mejía, subteniente del Ejército Nacional
Fue comandante de varios pelotones, entre ellos del grupo especial Zarpazo en el Batallón La Popa. La JEP lo halló máximo responsable por asesinato, desaparición forzada y homicidio, así como por tortura. Antes de someterse a esta Jurisdicción, enfrentaba tres acusaciones por muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate casos conocidos como los falsos positivos.
Elkin Leonardo Burgos Suárez, subteniente Ejército Nacional
Comandó el pelotón Dinamarca 2. La JEP lo halló máximo responsable por asesinato, desaparición forzada y homicidio, así como por persecución. Antes de someterse a esta Jurisdicción, había sido condenado a 38 años de prisión por el homicidio del indígena Kankuamo Víctor Hugo Maestre Rodríguez, y tenía pendiente otra sentencia por cuatro hechos más. Fue sancionado en un proceso disciplinario por este homicidio y se le archivaron dos procesos por homicidio en persona protegida, secuestro y tortura.
Efraín Andrade Perea, sargento Ejército Nacional
Estuvo a cargo de la Sección de Inteligencia del batallón La Popa. La JEP lo halló máximo responsable por asesinato, desaparición forzada y homicidio, así como por persecución. Antes de someterse a esta Jurisdicción, tenía diez investigaciones en la Fiscalía por asesinatos presentados como bajas en combate y una condena de 14 años y dos meses de prisión.
Manuel Valentín Padilla Espitia, sargento primero Ejército Nacional
Fue agente de inteligencia externa de la Sección de Inteligencia. La JEP lo halló máximo responsable por asesinato, desaparición forzada y homicidio, además de persecución. Antes de someterse a esta Jurisdicción, había sido vinculado a dos procesos y estaba investigado en otros cuatro por muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate. Nunca estuvo privado de la libertad.
José de Jesús Rueda Quintero, sargento viceprimero Ejército Nacional
Se desempeñó como comandante de pelotones del grupo especial Zarpazo y de Albardón 1. La JEP lo halló máximo responsable por asesinato, desaparición forzada y homicidio, así como por persecución. Antes de someterse a esta Jurisdicción, fue condenado a 34 años de prisión por homicidio en persona protegida y enfrentaba otras dos resoluciones de acusación.
Elkin Rojas, cabo tercero del Ejército Nacional
Comandó una escuadra del pelotón Dinamarca 2. La JEP lo halló máximo responsable por asesinato, desaparición forzada y homicidio, así como por persecución. Antes de someterse a esta Jurisdicción, fue condenado en cuatro procesos: En dos de competencia de la JEP recibió una pena de 28 años de prisión y multa de 700 salarios mínimos. Fue condenado por homicidio en persona protegida, desaparición forzada y secuestro simple agravado. La Procuraduría lo sancionó con destitución e inhabilidad por 15 años.
Yeris Andrés Gómez Coronel, soldado profesional del Ejército Nacional
Hizo parte de distintos pelotones y del grupo especial Zarpazo en el Batallón La Popa, en Valledupar. La JEP lo halló máximo responsable por asesinato, desaparición forzada y homicidio, así como por tortura. Antes de someterse a esta Jurisdicción, estuvo vinculado en once procesos en la Fiscalía, ocho de ellos por muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate.
Alex José Mercado Sierra, soldado profesional del Ejército Nacional
Integró el grupo especial Zarpazo y el pelotón Albardón 1. La JEP lo halló máximo responsable por asesinato, desaparición forzada y homicidio, así como por tortura. Antes de someterse a esta Jurisdicción, enfrentó dos resoluciones de acusación en la Justicia Penal Militar por homicidio en persona protegida, relacionadas con muertes ilegítimas, y estaba sindicado en otro proceso por los mismos hechos.
Juan Carlos Soto Sepúlveda, soldado profesional Ejército Nacional
La JEP lo halló máximo responsable por asesinato, desaparición forzada y homicidio, así como por tortura. Antes de someterse a esta Jurisdicción, había sido condenado por concierto para delinquir agravado y homicidio en persona protegida, tenía una resolución de acusación en su contra y estaba sindicado en otro proceso por hechos determinados como muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate.
Tras la evaluación de correspondencia, la Sección de Reconocimiento de Verdad del Tribunal para la Paz ajustó la calificación jurídica realizada por la Sala de Reconocimiento de Verdad en su etapa de investigación e incluyó dos nuevos delitos, catalogados como crímenes internacionales: Persecución y tortura, de los cuales, algunos de los comparecientes son también responsables y así lo han aceptado.
